Un momento de la comisión de Urbanismo celebrada este viernes

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Tras varios años en dique seco, ahora se abre una brecha en la moratoria hotelera en Palma: a partir del jueves podrán pedirse licencias hoteleras en edificios BIC o protegidos. En el próximo pleno del Ajuntament de Palma se llevará una propuesta de urgencia planteada por el PP en la que propone «dejar sin efectos el acuerdo del pleno del Ajuntament de Palma adoptado en sesión celebrada el día 28 de julio de 20222, en aplicación de la Ley 3/2022, del 15 de junio, de medidas urgentes a la sostenibilidad y la circularidad de Balears».

Este viernes a mediodía, horas antes de la Revetla de Sant Sebastià, el PP llevó a la Comisión de Urbanismo y Medio Ambiente que ha contado con el apoyo de Vox. El regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, advirtió que «de las 200 plazas hoteleras que se habían destinado a Mallorca para desarrollar, solo quedan 50. Con la caída de esta medida, se podrán hacer plazas hoteleras en edificios catalogados o con elementos catalogados. En todo caso, con solo 50 plazas disponibles, se podrían abrir hoteles boutique, que son de pequeño tamaño».

Esta medida que se aprobará el próximo jueves con los votos de PP y Vox, entrará en vigor de inmediato. La oposición ha puesto el grito en el cielo. Ha sido el caso de Neus Truyol, portavoz de Més, que advirtió que el actual equipo de gobierno «apuesta por incrementar el turismo. Con esta medida se levanta la posibilidad de hacer un hotel en cualquier BIC, ya sea una possessió, un rústico, un agroturismo, en cualquier lugar de la ciudad. Tienen la voluntad de seguir con el crecimiento de turismo, es su modelo de ciudad».

Truyol acusó al PP de presentar la propuesta «por urgencia, sin un proceso de exposición pública. Cualquier norma urbanística sigue un proceso. ¿Por qué esta necesidad de urgencia para aprobarla?». Para la portavoz de Més, se ha llevado a cabo «una tramitación clandestina y urgente que no ha pasado por gerencia de Urbanismo y que conocimos ayer a última hora».

Por su parte, la portavoz del PSOE de Palma, Rosario Sánchez, calificó esta propuesta de «barbaridad. Se ha hecho por urgencia, de manera soterrada y es de dudosa legalidad. Se obvia la seguridad jurídica y se apuesta por un modelo de ciudad con el turismo que quiere el turismo». Sánchez fue muy tajante en sus críticas a la iniciativa popular: «Esta medida la usan en favor de sus intereses y tiene nombres y apellidos».

Sánchez aseguró que «hay un modelo de ciudad más turística, con más plazas de turismo, pero en la que los residentes pierden calidad de vida. Y encima, votan en contra de la limitación de los precios de la vivienda, impidiendo que la gente tenga un proyecto de vida con la vivienda asequible». La socialista advirtió que «no deja de alarmarnos los intereses económicos y para las minorías para las que trabaja».

Por su parte, el regidor de Vox, Fulgencio Coll, mostró su apoyo a la medida y advirtió a la oposición «no sé que tienen en contra de los hoteles boutique. Aquí lo único es quitar una medida, típica de la extrema izquierda, para que en los edificios protegidos o BIC se pueda dar un buen uso».