Cort aprueba su presupuesto para 2024. | Jaume Morey

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La satisfacción no se podía esconder este viernes en la sala de plenos del Ajuntament de Palma. Mientras los niños de San Ildefonso iban repartido la suerte por toda España, el alcalde Jaime Martínez veía como daban luz verde a sus primeros presupuestos gracias al apoyo de Vox. Si la tramitación fue tormentosa en el Consolat, en Cort ha sido mucho más sosegada.

Martínez y la regidora de Hisenda, Mercedes Celeste, no podían ocultar su satisfacción. «Son los presupuestos del cambio. Tenemos 815 millones de presupuestos consolidados [con empresas públicas y organismos autónomos incluidos], de los que 533 son para Palma», dijo Celeste. Es decir, un 9 por ciento más.

«Muchos proyectos comenzarán su camino en 2024, se irá consolidando la manera de gestionar la ciudad», advirtió la concejala. Y enumeró los proyectos que empezarán a echar a andar ahora que ya cuentan con presupuesto: la compra de la finca de Son Quint para el bosque metropolitano, la reforma de la Plaça Major, la reforma del teatro del Catalina Valls, la reforma de los campos de fútbol «aunque ya se había renovado antes el césped».

«Su pacto con Vox sale carísimo», dijo Rosario Sánchez, la portavoz socialista, que no dudó en recordar la alianza del PP con la ultraderecha para sortear la mayoría simple.

Más contento estaba Fulgencio Coll: «Tenemos presupuestos gracias al apoyo de Vox. Estamos de enhorabuena. Están dirigidos hacia una buena gestión, lejos del clientelismo de equipos de gobierno anteriores». La sintonía era evidente. «Hemos colaborado con el equipo de gobierno para mejorar los servicios. Se han bajado partidas de impuestos que perjudican la creación de viviendas, así como el de plusvalías. Todo es mejorable, pero este es el camino», dijo Ignacio Esteban.

No era de la misma opinión la oposición, que llegó a decir que «el PP es esclavo de Vox» ya fuera en los pasillos. «Es un retroceso para Palma. Se bajan impuestos para el negocio inmobiliario y el turismo. Hay partidas para coches oficiales pero no hay para el transporte gratuito ni proyecto de vivienda ni en Cort ni en la comunidad», dijo Neus Truyol (Més). La oposición cargó contra los recortes en la Oficina de la Defensora de la Ciudadanía, la políticas LGTBI y el catalán, la movilidad sostenible, educadores sociales, vivienda pública....

Rosario Sánchez (PSOE) señaló que «Emaya cerrará con déficit y no hay presupuesto para el patronato de vivienda, las escoletas no tienen suficiente para su mantenimiento. Son unas cuentas que no atienden las necesidades de Palma y que no cumplen con la legalidad». La socialista denunció que «ha entrado la burocracia de la ultraderecha».

«Son los presupuestos del retroceso», esgrimió Lucía Muñoz (Podemos). «Si el bus no es gratuito en 2023 es porque los concejales de Vox no quieren. Explíquele a la ciudad por qué han bajado los impuestos a los especuladores».