La Policía Local de Palma acudió a las dependencias de Son Pacs por las elecciones sindicales de Emaya | Alejandro Sepúlveda

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Se avecina polvorín laboral en Emaya. Todos los sindicatos, excepto USTE, se están plantando ante la posibilidad de readmitir a tres trabajadores imputados por acoso laboral. Mientras tanto, Vox llevará la pleno una propuesta para volver a admitir en Emaya a tres trabajadores despedidos y que han sido imputados por acoso laboral y revelación de secretos. Hasta once trabajadores denuncian el ambiente tóxico al que han estado sometidos por culpa de estos tres empleados que, si se mantiene la abstención del PP, podrían ser reincorporados. El pleno se celebrará este jueves, mientras que el de la aprobación definitiva de presupuestos de 2024 se llevará a cabo este viernes.

Precisamente Vox ha presentado una propuesta para el próximo pleno para la readmisión de estos tres trabajadores del sindicato USTE. Uno de ellos fue en las listas de Vox al Parlament en las últimas elecciones. Los empleados de Emaya temen su regreso y la oposición carga duramente contra esta propuesta.

Vicente Vilches, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de Emaya (SITE), con representación mayoritaria en el comité de empresa, advirtió que «dos de estos empleados fueron despedidos por filtrar a los afiliados de USTE la forma de puntuar en las pruebas de acceso a las plazas de oferta pública de la empresa. Se filtraron a los afiliados de este sindicato, lo que les permitió formarse y obtener títulos antes de que salieran las bases de la oposición». En este juicio, sin embargo, la justicia ha dado la razón a los despedidos pero el PSOE reclama que el Ajuntament se persone en segunda instancia «porque ganaría el juicio».

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El otro motivo del despido de estos tres funcionarios se dirime ahora por la vía penal por acoso y amenazadas. «Al contrario de lo que dice Vox, en ningún momento se vulnera el derecho sindical. De hecho, según el informe de Previs que aplica el protocolo de acoso a estas dos personas despedidas, corrobora el hostigamiento contra once trabajadores». De hecho, uno de los trabajadores de Emaya que se encuentra de baja cuenta con el respaldo de una sentencia de la Seguridad Social «donde se le diagnostica trastorno adaptativo con ansiedad por hostilidad y elevado estrés laboral. Y confirma que este elevado nivel de conflictividad lo han vivido más empleados de Emaya».

Fuentes de Emaya señalaron que este proceso judicial «se está estudiando» y mostraron su respeto por las actuaciones judiciales que se están llevando a cabo. Emaya reconoció que estos tres trabajadores despedidos «tienen juicios pendientes». El martes se celebrará el consejo de administración de la empresa pública y además, es el último día para que Emaya recurra la absolución del juicio por revelado de secretos.

Por su parte, Óscar Cereijo, concejal del PSOE, mostró su preocupación por esta propuesta de Vox en la que el PP se ha abstenido, lo que supondría la readmisión de los tres empleados públicos. «Nunca ha pasado que la dirección de Emaya se plantee dejar de recurrir para defender al resto de trabajadores. Nos preocupa la abstención del presidente de Emaya, el regidor Llorenç Bauzá. Es normal que Vox defienda a los suyos pero se está provocando un conflicto laboral muy grave por dejación de funciones del equipo de gobierno». Cereijo señaló que «se está enviando un mensaje a los trabajadores de Emaya que los deja desprotegidos. El resto de sindicatos no está de acuerdo con esta readmisión».

Hace dos semanas la Policía Local de Palma intervino en las elecciones sindicales celebradas en Emaya Medio Ambiente para desalojar a dos personas vinculadas al sindicato USTE y que, según la empresa no estaban autorizadas a estar en las instalaciones de Son Pacs porque ya no forman parte de la plantilla tras ser despedidos.