Imagen de archivo de un cazador.

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La entidad ecologista GOB ha pedido a los propietarios de los terrenos rurales del término municipal de Palma que los declaren refugios de fauna para impedir la caza y «convertirlos en lugares seguros en los que la fauna pueda vivir tranquila». La asociación ha motivado esta solicitud tras la decisión del Ayuntamiento de Palma de adherirse al Plan Marco de ordenación cinegética del Consell de Mallorca, lo que reactiva la caza en los terrenos rurales no vedados después de ocho años en los que no se había podido cazar. En un comunicado, el GOB ha explicado que Palma es el municipio de Mallorca que cuenta con más 'terreno libre', es decir terrenos rurales que no pertenecen a ningún coto de caza.

Para el GOB esta ha sido «una mala decisión, por las consecuencias ambientales y sociales que comporta». Los terrenos cinegéticos en Baleares deben contar obligatoriamente con planes técnicos de caza, que entre otros contenidos deben detallar los objetivos del plan para cada especie en el que se incluya la previsión de capturas por temporada, el número de jornadas de caza previstas para cada modalidad, número de cazadores por jornada de caza, mejoras ambientales previstas, provisión de zonas de reserva y concreción de medidas de vigilancia. En cambio, ha añadido el GOB, los 'terrenos libres' «no cuentan con plan técnico, sino que se regulan con el denominado Plan Marco de ordenación de la caza en los terrenos cinegéticos de aprovechamiento común».

Este plan, que regula todos los terrenos libres de Mallorca, se limita a establecer a nivel general cuáles son las especies cazables, con qué modalidades, qué días y cupos de captura. «No establece ningún objetivo de carga, es decir, no se limita el número de cazadores que pueden cazar a diario, ni establece zonas de reserva donde no se caza, ni prevé cómo se garantizará la vigilancia. Por eso, el GOB considera que en estos terrenos no se dispone de las medidas mínimas de gestión para garantizar que la caza se realiza con condiciones suficientes de control y sostenibilidad», ha alegado la organización. Igualmente, en los 'terrenos libres' «no existe ningún titular del aprovechamiento, ni persona ni asociación», por lo que en caso de producirse daños o molestias a propietarios «resulta extremadamente complicado, o imposible, identificar a los responsables».

Estos 'terrenos libres' de Palma, con una parcelación muy densa especialmente en el Pla de Sant Jordi, afectan a miles de propietarios rurales. Ante esta situación, desde el GOB han insistido en la existencia de la figura de refugio de fauna como «una alternativa para los propietarios que no quieren que se cace en sus fincas». «El GOB ha actuado como promotora al ayudar a los propietarios en la tramitación de 58 refugios de fauna en Mallorca, lo que en total suma 1.926 hectáreas protegidas», ha apuntado.