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«Mi marido y yo ya no paseamos tranquilos por el tramo del paseo que llega hasta el restaurante El Peñón», asegura una vecina de Cala Gamba por las numerosas grietas que han aparecido en el muro de contención en un tramo ubicado en la calle peatonal Isla de Samos.

Los vecinos están preocupados porque hace casi dos meses que el Ajuntament de Palma instaló una reja de protección por las importantes grietas que presenta esta parte del muro y que está siendo un peligro para los viandantes y ciclistas. Algunos apuntan a que la obra, que comenzó hace unos diez años, «no se ha hecho bien». Si uno va caminando por el paseo que llega al mirador des Penyal, se puede ver a la perfección cómo el muro presenta no solo grietas, sino que está inclinado y la salinidad ha ‘devorado’ el material de unión entre la parte de hormigón y la parte nueva hecha de marés. «El muro de contención se está degradando. Cort tuvo que quitar las fiolas porque la piedra se estaban cayendo», critica la vecina que prefiere ocultar su nombre.

La lucha por convertir la calle de Samos en un paseo digno arrastra a los residentes desde hace años. En 2013 se procedió a la reparación de este mismo tramo después de que la obra quedara paralizada dos años. Durante ese tiempo, constituyó un verdadero peligro, según recuerda el presidente de l’Associació Veïnal des Coll d’en Rabassa, Joan Forteza. En 2017 ya alertó de nuevo de que las «numerosas grietas» podrían provocar derrumbe. «Es una indignación y falta de consideración por parte de la Administración, que tiene que velar por los ciudadanos», apunta.

La pasividad administrativa para mejorar el paseo se explicaría, según Forteza, porque las obras y mantenimiento se reparten entre Cort y la Conselleria de la Mar, y esto, añade, «crea muchos problemas». Por otra parte, denuncia que el Ajuntament no ponga mano dura contra la circulación de vehículos por este paseo a pesar de que hay una señal que lo prohíbe. Son los que acuden al restaurante El Peñón.