Imagen del establecimiento cerrado. | Pere Serra

TW
7

El departamento de Disciplina Urbanística y Seguridad de los edificios del Ajuntament de Palma ha precintado un conocido local de la calle Jaume III debido a problemas estructurales y al peligro de derrumbe de alguna parte del espacio. Este local, ubicado en esta céntrica calle, albergaba hace unos años un conocido bar de comida saludable y, posteriormente, fue traspasado para poner en su lugar un establecimiento de una franquicia de panaderías de ámbito nacional.

Según el cartel colgado en la puerta del local, el área de Urbanisme de Cort  lo ha precintado porque «su inestabilidad representa un peligro grave para la integridad física de las personas».

De esa forma, reitera el aviso, se prohíbe «estrictamente» entrar en el local al resultar «extremadamente peligroso el acceso incontrolado» al mismo.

Asimismo, se recuerda que las personas que incumplan la orden del Ajuntament serán responsables «tanto civil como penalmente» de los daños que «puedan sufrir, provocar tanto a personas como a bienes».

Por último, desde Cort remarcan que la violación de la orden de precinto «está tipificada como delito de desobediencia y puede sancionarse con penas de prisión que van desde los seis meses a un año».