Un operario con un martillo neumático desprende trozos de la antigua muralla que han sido retirados de la zona.

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La Associació per a la Revitalització del Centres Antics, ARCA, ha exigido al departamento de Patrimoni del Consell Insular «más control» sobre las obras de la Plaça d’Espanya tras encontrarse restos de la antigua muralla renacentista, y que las pare «si es necesario». Cabe recordar que durante los primeros trabajos en la zona se detectaron en el subsuelo restos del muro que rodeaba el antiguo municipio. Este hallazgo provocó la paralización de las obras durante unos días, pausa que se mantuvo hasta que técnicos de Patrimoni analizaron los restos y autorizaron seguir con la intervención.

Sin embargo, a juicio de ARCA, la intervención de los expertos del Consell se limitó a «levantar un acta de lo que había» sin que se haya planteado, en ningún momento, estudiar su valor histórico y la posibilidad de protegerla. La asociación critica que los trabajos, que en esta fase del proyecto se centran en la sustitución de las canalizaciones de agua, «afectan a restos históricos» y los ponen en peligro.

ARCA, asimismo, recuerda que desde el Ajuntament «no han querido» atender a su petición de mantener a la vista algún fragmento de la muralla. En este sentido aportan fotografías, tomadas entre la semana pasada y esta, en las que se ve a operarios destrozando los sillares de marés de la muralla con un martillo percutor y otras en las que se ven cortes en el muro y los escombros resultantes que ya han sido retirados. Es por eso que reclaman una intervención «más contundente» del Consell y que se realice un control arqueológico de los hallazgos. Asimismo exigen que, en virtud de la Ley 12/1998 de Patrimonio Histórico, se proceda a la paralización preventiva de las obras, a la documentación correcta de los restos y a realizar un proyecto de intervención «con las garantías y exigencias» propias de la normativa vigente.

La presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma, Maribel Alcázar, abogó por, a falta de conocer el valor histórico de los restos, protegerlos de alguna forma y por instalar estructuras transparentes que permitan ver la antigua muralla. Alcázar también pidió un estudio más exhaustivo de los hallazgos aunque abogó por un «equilibrio» en las actuaciones porque «tampoco se pueden mantener las obras sin acabar eternamente por las molestias que puede ocasionar a vecinos y comerciantes».

El Colegio de Arquitectos, por su parte, defendió que «a pesar de no tener conocimiento contrastado de la situación real de los restos» las Administraciones «han de garantizar la protección y el mantenimiento del patrimonio histórico «adoptando las medidas que sean necesarias en cumplimiento de la ley y aplicando los mismos procedimientos exigibles a otra obra, sea pública o privada, que están perfectamente reglamentados en la normativa en vigor».

Por último, la formación Reset-Reinicio político también calificó la situación de desastre para el patrimonio de nuestra ciudad y denunció la «destrucción» de la muralla y exigió a los responsables «que detenga de forma inmediata las obras y den una explicación a los ciudadanos de este hecho tan grave y bochornoso».