Los vecinos de Santa Catalina piden restringir la zona ORA por la noche a residentes | MIQUEL A CANELLAS

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La Asociación Barrio Cívico de Santa Catalina ha reclamado este lunes al Ayuntamiento de Palma que, por las noches, restrinja a los residentes el uso de las plazas de aparcamiento regulado como ORA, ante los graves problemas de estacionamiento que sufren los vecinos por culpa del ocio nocturno. La entidad ha denunciado en un comunicado que la falta de aparcamiento es «otro impacto de la especulación para la vida de los barrios de Palma» que, en el caso de Santa Catalina, se suma al ruido y la suciedad por la saturación de bares de ocio nocturno. Mientras que durante el día, los vecinos o los usuarios del mercado y otros servicios tienen «cierta opción» de parking-ORA, durante la noche resulta imposible, denuncian.

La saturación provocada por la masificación del ocio nocturno hace que muchos vecinos con distintivo de residente ORA no consigan encontrar estacionamiento al volver del trabajo, trasladando el problema a los barrios colindantes. Denuncian además «ciertas malas prácticas cada vez más habituales» como que durante la noche y en especial los fines de semana hay quien aparca en las esquinas o en los pasos de cebra impidiendo el paso de los viandantes y comprometiendo la seguridad vial.

Además es frecuente ver motos aparcadas en zonas destinadas a coches para reservar una plaza en algunos restaurantes o flotas de decenas de motos de alquiler privado ocupando numerosas plazas destinadas al parking de coches, y piden a las autoridades que actúen contra estas prácticas. Proponen como «una medida factible y positiva» transformar a partir de las 20 horas en zona de estacionamiento limitado exclusivamente a los residentes las plazas de aparcamiento que durante el día funcionan como zona ORA.

Aseguran que ya se ha adoptado en otras ciudades dando buenos resultados para los residentes y son medidas que no requieren gran inversión pública y encajan en las tendencias de movilidad más sostenibles al implicar reducir el uso del coche en el centro de la ciudad. Los clientes de los establecimientos pueden acudir al barrio con transporte público, andando, en taxi o usar las opciones de aparcamiento público, mientras que los vecinos no sufren un problema añadido, reivindican, y añaden que es una medida que contribuiría a reducir la siniestralidad asociada al consumo de alcohol.