Los miembros de Flipau amb Pere Garau, ante los cines Metropolitan. | Pilar Pellicer

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Tras 66 años de historia del celuloide, los cines Metropolitan cerraron para siempre en 2011. Hoy siguen en el corazón de Pere Garau, congelados en el tiempo después de que el Ajuntament de Palma anunciara en 2018 su expropiación, aunque aún no haya noticias de estos planes. Lo que sí está claro es que aparecerá en todos los programas electorales y ya se habla de crear allí un centro sociocultural, un párking público o un PAC. Mientras tanto, los vecinos de Pere Garau ya se han impacientado y el próximo sábado 25 de febrero, a las 10.00 horas, los residentes celebrarán allí una asamblea para decidir El Metropolitan que volem.

«Reclamamos una oportunidad para los cines ante la carencia de espacios públicos en Pere Garau, muy necesarios en la barriada más poblada de Palma, con 28.400 habitantes. Tienen capacidad para crecer a seis alturas según el Plan General», dice Nael Falo, portavoz de Flipau amb Pere Garau. Lo ideal, según ellos, sería crear un espacio polivalente que cuenta también con un centro médico.
Lamentan la inversión en Nuredduna mientras los Metropolitan esperan un nuevo inquilino. «Tenemos la misma población que Inca, pero no tenemos un hospital sino un PAC lleno de ratas», lamenta Joan Oliver, de la asociación.

PALMA - CINE - ANTIGUA IMAGEN DEL CINE METROPOLITAN PALACE.
Los cines Metropolitan abrieron en 1945 en la calle Gabriel Llabrés y cerraron para siempre en el año 2011.

La familia propietaria de los cines reconoce que Cort no se ha puesto en contacto con ellos pese a que se aprobó en el pleno su expropiación. «Contactamos con ellos pero no sabemos nada. Había un posible inquilino, unos almacenes chinos pero al final quedó todo congelado», cuenta Sebastià Salom, miembro de la familia propietaria. Su madre, María Servera, y su tía Carmen se criaron allí: «Es un cine muy querido por ellas. Abrió sus puertas en 1945, fue el primero de la familia», cuenta con cariño. La apuesta de la familia es clara: «Sería fantástico que se instale allí el PAC. Tiene 2.000 metros cuadrados y puede ampliarse. Bien planteado, se podría dotar al barrio de buenas instalaciones municipales. El PAC es una vergüenza», afirma. El futuro de los Metropolitan, dice, debe ser para el barrio.