Lina Mira dio su pregón en el salón de plenos de Cort .  | Pere Bota

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La actriz palmesana Lina Mira reivindicó la importancia de las artes escénicas en el desarrollo de la sociedad y abogó por recuperar su papel como legatarios de la creación y la cultura durante el pregón de la Festa de l’Estendard que dio este jueves en el salón de plenos del Ajuntament. Mira, que mostró su agradecimiento por haber sido escogida para un acto «de grandísima responsabilidad», comenzó su intervención, que llevaba el título de ‘Palma Humanista’, recordando que la de l’Estendard es una de las fiestas civiles más antigua de Europa ya que se celebra «desde el siglo XIII para conmemorar la conquista de la Isla por Jaume I y la incorporación de Mallorca al mundo catalán y cristiano».

La pregonera, que tuvo un emotivo recuerdo para el pueblo ucraniano, también señaló que «entre aquella urbe medieval conquistada y esta Palma digital gentrificada han pasado 793 años». Mira continuó asegurando creer «firmemente» en el juicio    de los intelectuales que afirman que «mientras la cultura de la competición, de la confrontación y de la guerra marque el signo de nuestros tiempos nos será muy difícil restaurar la filantropía y la humanidad» y que, únicamente, el amor al ser humano, el    citado    humanismo, «podrá dotar de sentido nuestra existencia». En este sentido destacó la importancia de la empatía y la compasión «para que las personas que conforman cada sociedad, también la palmesana, puedan convivir en paz en este mundo nuestro globalizado y superpoblado».

La actriz también se refirió, enmarcándola en el humanismo, a la necesidad «de atender a las consecuencias del cambio climático» y reiteró la importancia de las artes escénicas. Pidiendo a los asistentes que cerraran los ojos, «para que el viaje sea más íntimo», la protagonista del acto leyó un escrito de la escritora mexicana Sabina Berman que, según apuntó, «en un ejercicio de síntesis magistral articula la evolución del hecho teatral desde hace 2.500 años». Por último, Mira reivindicó la necesidad de crear    en Palma «las estructuras» para que el teatro    recupere «el lugar que le corresponde» y pidió a las administraciones un edificio específico donde fomentar la actividad.