El alcalde José Hila durante el pleno.

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La resolución del caso Cursach estalló en el Salón de Plenos de Cort y aunque el alcalde de Palma, José Hila, pidió disculpas de palabra, después de varias horas de debate, votó en contra junto con el resto del equipo de gobierno a las proposiciones que había presentado la oposición para que el Ajuntament pida disculpas de forma oficial a los afectados.

El último pleno del año fue el más tenso, corto y extraño de este 2022 ya que la mayoría de las proposiciones previstas se fueron retirando a lo largo de la mañana para centrar el debate en las consecuencias y la petición de responsabilidades derivadas del caso judicial. La oposición recordó varias veces la rueda de prensa que dio en su día el alcalde, con parte de su actual equipo, refriéndose a policías y funcionarios como parte de «una trama corrupta y organizada» y anunciando su suspensión de empleo y sueldo.

La tensión comenzó con la intervención de varios de los encarcelados frente a todos los regidores relatando el «calvario» que han vivido en forma de consecuencias laborales, personales y familiares por lo que calificaron de «persecución política» por parte del propio Hila y la de la ex regidora de Seguretat y actual responsable de Infraestructures, Angélica Pastor. Este fue uno de los principales argumentos del PP y de Vox, que habían presentado propuestas para que, bien a través de un acto, bien a nivel personal y por escrito, el alcalde pida perdón «y restituya el honor» a los afectados en nombre del Consistorio.

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Fulgencio Coll, por Vox, aparte de pedir el citado acto público de desagravio con asistencia de los afectados y sus familiares, solicitó la creación de una oficina que ayude a policías y funcionarios ahora absueltos, a restituir los «daños» que les ha supuesto la causa. «La actuación del alcalde, persiguiendo y abandonando a policías y funcionarios, sobrepasa lo aceptable», aseguró. Alejandro Escriche, en nombre de Ciudadanos, aseguró tener «el alma encogida» por los testimonios y afirmó estar «escandalizado como funcionario y avergonzado como regidor».    En este sentido remarcó que apoyaban todas las medidas que puedan reparar «aunque sea mínimamente», el sufrimiento de los imputados y exigió que Cort «les pida disculpa y les indemnice».

Por parte del Partido Popular    su portavoz Mercedes Celeste y el regidor Julio Martínez, al igual que hizo el resto de la bancada de la oposición, acusaron al alcalde y a Pastor, de «perseguir» a agentes y funcionarios, de no reconocer el «sufrimiento» provocado y de no asumir sus «responsabilidades». De hecho Martínez, que ya estaba en el consistorio en aquella época, llegó a pedir disculpas en su nombre y en su formación «si hemos hecho algo que les haya podido perjudicar». En este sentido, desde la bancada ‘popular' aseguraron que, una vez absueltos, si el alcalde «no reconoce el gravísimo error que se ha cometido con ellos lo que tiene que hacer es dimitir. Lo que está pasando es vergonzoso. Si Hila no pide perdón no puede ser alcalde de esta ciudad ».

Por parte del equipo de Gobierno, el regidor de Mobilitat, Francesc Dalmau, intentó justificar la negativa del Pacte a apoyar las disculpas oficiales recordando que, a día de hoy, no hay ningún policía ni funcionario suspendido de empleo y sueldo por este tema y que el papel del Consistorio se limitó a una colaboración «exquisita» con el proceso judicial. Este comentario provocó las protestas y murmuros de los afectados presentes, quienes también pidieron que fuera Pastor quien diera explicaciones en nombre del Pacte. Hila, en otro momento del debate, aseguró que «no soy culpable de la apertura de juicios orales».