Cada una de las fuentes de Emaya suministrará más de 9.000 litros de agua durante el mes de julio. | Jaume Morey

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La ola de calor de los últimos días y el aumento de la población en plena temporada turística ha disparado el consumo de agua a través de las 47 fuentes que ha instalado Emaya en diferentes ubicaciones del municipio y, por ejemplo, el pasado 13 de julio, cada una de ellas suministró, de media, más de 300 litros en solo una jornada, según confirmaron fuentes de la empresa municipal.

Este incremento en consumo es significativo ya que, según los datos que maneja Emaya, las mismas fuentes de agua, durante los meses de invierno, apenas suministran de media 35 litros por jornada mientras que en el mes de abril los contadores registraban la emisión de 86 litros por fuente y día. Esto quiere decir que el consumo de enero a abril se duplicó y que desde enero a julio se ha multiplicado casi por nueve veces.

Los números de la empresa municipal son claros, cada una de ellas suministra por término medio unos 1.200 litros de agua cada uno de los meses de invierno, la cifra aumenta hasta los 2.500 litros en el mes de abril y, si se extrapolan los datos del pasado miércoles, el mes de julio acabará con una media de más de 9.000 litros por fuente durante los 31 días para un total de suministro, entre todas, de casi 400.000 litros de agua.

Objetivo, 63 fuentes

Desde la empresa municipal aseguran que en los últimos meses se han instalado 47 fuentes en distintos barrios del municipio y que estas cuentan con un sistema similar al doméstico de osmosis. El objetivo que ya ha anunciado Emaya es que, a final de este ejercicio, haya instaladas un total de 63 en Ciutat y ya tienen decididas las ubicaciones.

Los nuevos surtidores, destacan, tienen un pulsador para beber de forma higiénica, otro, a nivel del suelo, para proporcionar agua a las mascotas y uno más para rellenar botellas y garrafas por lo que, defienden, «son mejores y más eficientes que las que había antes ya que perdían mucha agua por los lados». Asimismo recuerdan que las anteriores se pusieron cuando el agua de Palma no era potable y que ahora, que sí lo es, «han perdido su función». Es por eso que desde el Ajuntament apuestan por estas nuevas fuentes que, añaden, tienen contadores y sistema de mantenimiento homogéneo «y han sido muy bien acogidas».

El apunte

Un ahorro estimado de entre 100.000 y más de un millón de botellas y garrafas según el mes

Uno de los objetivos principales de las fuentes de Emaya, que su presidente, Ramon Perpinyà, ha reconocido varias veces es que los ciudadanos reutilicen envases de plástico y reducir su uso. El cálculo de cuántas botellas y garrafas se evitan usando las fuentes municipales es complicado ya que el consumo de agua varía según la temporada del año y, también, hay diferentes tamaños de envases, desde 0,33 litros hasta cinco e incluso siete litros.

Si hablamos de los meses con menos consumo se estima que el ahorro puede alcanzar más de 100.000 botellas pequeñas al mes. En el caso de la época de verano, con el suministro disparado, estaríamos hablando de un ahorro de más de un millón de botellas pequeñas de agua por cada mes.