El regidor de Mobilitat Sostenible, Francesc Dalmau. | Jaume Morey

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«La pandemia ha condicionado la movilidad. Salías a pasar después del confinamiento y se veía que no había espacio para disfrutar o llegar al centro de salud por una calle que no estuviera transitada», señala el regidor. El temor al contagio y los confinamientos hundieron las cifras de usuarios de la EMT, pero ahora ha aparecido un nuevo condicionante: el alto precio de los carburantes. Con la gasolina y el diésel disparado, los conductores han decidido aparcar el coche en casa para ahorrar costes en un contexto de inflación disparada.

«Hay una percepción del impacto en el tráfico en la ciudad por la subida de los carburantes. No tenemos los datos y nos falta cuantificar, pero ha subido el uso del transporte público». También se percibe un incremento del uso de la bicicleta en la ciudad. Habrá que esperar la llegada de las cifras que confirmen las sospechas, pero desde la regiduría de Mobilitat Sostenible ya confirman que las cifras de usuarios de autobuses públicos se están recuperando, después de la debacle de 2020.

«Hay un retorno de usuarios y todas las empresas municipales de transporte del país han tenido el mismo impacto por el coronavirus». Los espacios cerrados y con aglomeraciones de personas eran evitados para sortear los contagios. De esta manera, el autobús sufrió el descenso de pasajeros.

Aglomeraciones

«Cuando salimos del confinamiento, la gente tenía miedo a las aglomeraciones y en Palma fuimos pioneros en la implantación de medidas como el uso de mascarilla, la ventilación de los vehículos o el uso de hidrogel». En 2019 la EMT de Palma batió su récord histórico con la contabilización de más de 43 millones de pasajeros, mientras que en 2020, año en el que se inició la pandemia, se redujo a solo 22 millones.

«En 2021 ya estábamos recuperando nuestros números», señala Dalmau. Después de Madrid, Barcelona y Bilbao, Palma es la ciudad que está viviendo una mayor recuperación de usuarios del transporte público. El nuevo PMUS ha contado con la participación de numerosas entidades, asociaciones y colectivos que han colaborado en su diseño para impulsar la movilidad peatonal, en bicicleta y en transporte público. El objetivo es una movilidad más sostenible para la próxima década.