Imagen de uno de los solares urbanizables de Son Sardina. | M. À. Cañellas

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La Associació de Veïns de Son Sardina se reúne este martes con el área de Model de Ciutat para tratar el crecimiento con los 470 pisos que se construirán en este enclave, tal y como indica el nuevo Plan General. «En esta reunión veremos cómo el Ajuntament enfoca el crecimiento ante el aluvión de alegaciones. Tenemos entendido que incluso los propietarios de los solares no están interesados en construir», dijo Agustina Fernández, presidenta de la asociación.

La tensión en Son Sardina es patente, dado que la plataforma Salvem Son Sardina ha declinado participar en la reunión. «No nos sentimos representados por la asociación», señaló Miquel Àngel Vidal, miembro de la plataforma, que aboga por el crecimiento cero. «El día 24 preparamos una merienda vecinal y el 2 de abril haremos una ruta por la zona que se construirá. Esta reunión nos parece una encerrona. Nosotros queremos hablar, pero no con los técnicos sino con los políticos», dijo Vidal.

Por su parte, la asociación explicó que «no podemos ser tan radicales. Hemos intentado que en Model de Ciutat nos tenga en cuenta para participar. Por eso hemos pedido dos fases de crecimiento, para que sea sostenido, progresivo y controlado. Aceptamos algunas mejoras puntuales de la propuesta de Cort y apostamos por la rehabilitación de edificios abandonados como Son Cabrer».

Pero también hay quejas. La asociación, que lleva un año y medio de reuniones con Model de Ciutat, advirtió que «explicamos nuestras necesidades y no se ha contemplado ninguna. Las casi 500 viviendas previstas nos parece desmesuradas. Son Sardina podría asumir una treintena». Una cifra que contrasta con las 475 propuestas por Cort y el crecimiento cero que exige la plataforma. «Entiendo que haya falta de vivienda en Palma pero no van a solucionar ese problema en Son Sardina. Y más teniendo en cuenta la cantidad de pisos cerrados o en propiedad de fondos buitres», dijo la presidenta.

Fernández explicó que «asociaciones como Establiments, Son Espanyol o Son Rapinya» comparten la preocupación por los crecimientos previstos en diferentes puntos de Palma. «Si la ciudad crece un 5 por ciento, ¿por qué Son Sardina lo hace un 75?», dijo. Aunque advirtió que son conscientes de que el Plan General es a veinte años vista, «si hay crecimiento, debería ser muy sostenido en el tiempo». La presidenta de la asociación señaló que entiende la necesidad de construir viviendas «para nuestros jóvenes, que se tienen que ir de Son Sardina porque no pueden adquirir vivienda por los altos precios», pero dejó claro que «no tenemos escoleta, el PAC es muy pequeño y la movilidad es muy complicada», lo que supondría un problema si Son Sardina crece.