Las asociaciones optan a 2,3 millones de ayudas en esta nueva convocatoria a tres años, frente a los 1,7 del trienio anterior. | Pere Bota

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Con un golpe en la mesa y plantados ante la puerta de Cort, la Federació d’Associacions de Veïns decidió ayer denunciar la difícil situación que están atravesando, tras una espera de más de cuatro meses para conocer la partida presupuestaria que adjudicará el Ajuntament de Palma a los proyectos de actividades del ciclo 2022-2024. Las consecuencias son contundentes: «Las fiestas de los barrios y las actividades de las asociaciones vecinales están en el aire». Así de tajante se mostró Maribel Alcázar, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma, acompañada de un nutrido grupo de representantes vecinales.

Pese a que los proyectos se presentaron el 18 de noviembre, «aún no sabemos cuál es la resolución inicial y cuál es la cantidad adjudicada para ajustar el presupuesto de gasto. En muchos casos ya se han suspendido actividades y otros han iniciado proyectos a ciegas, sin saber si han sido aceptados».

Vulnerables

Para Alcázar esto supone un grave prejuicio que incide sobre todo en las barriadas más vulnerables, «donde estas actividades son más necesarias y tienen más dificultades para dotarse de fondos propios». Y es precisamente en estos barrios más humildes donde sus vecinos pueden acceder a estas iniciativas a un precio más ajustado a su bolsillo. Algunas entidades se estaban planteando paralizar la actividad de este año, dado el retraso en la llegada de las subvenciones, lo que les suponía tener que adelantar el dinero, cosa que en algunos casos no era posible. «Nos planteamos dejar de hacer fiestas vecinales», señaló Jordi Bayona, de la asociación de vecinos Canamunt.

Por su parte, Marisa Bonache, presidenta de la asociación de Son Rapinya, explicó que «nos estamos muriendo. Trabajamos mano a mano con el centro de salud para aquellos vecinos que no se pueden pagar un fisioterapeuta». Advirtió que clases de pilates, talleres infantiles o fiestas vecinales están en peligro. El regidor de Participació Ciutadana i Govern Interior, salió al encuentro de los vecinos y aseguró que «el miércoles en la junta de gobierno se llevará a cabo la aprobación inicial de las partidas y en abril cobrarán las subvenciones». Explicó la existencia de un embudo ya que «se junta la justificación de la anterior subvención con la valoración de los proyectos del nuevo trienio». Por otro lado, la presidenta de la Federació denunció «una escalada de presión burocrática, de exigencias técnicas y administrativas a las cuales estamos respondiendo con un gran esfuerzo y responsabilidad».