Fachada del Ayuntamiento de Palma. | M. À. Cañellas

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La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Palma aprobó, este jueves, el proyecto de modificación de la ordenanza fiscal reguladora del impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, conocido como plusvalía.

La ley permite que los consistorios puedan elevar el impuesto sobre plusvalías hasta el límite del 30 por ciento. El proyecto de ley de reforma del impuesto de la plusvalía tiene su origen en un real decreto, aprobado en Consejo de Ministros el 7 de noviembre y convalidado por el Congreso de los Diputados el 2 de diciembre, que adaptó a la normativa después de que el Tribunal Constitucional dejara en suspenso el tributo por no tener en cuenta la realidad del mercado inmobiliario. La norma permite ahora al contribuyente elegir si paga por la ganancia real obtenida con la venta de suelo o por la resultante de aplicar el nuevo sistema objetivo diseñado por Hacienda, en tanto que estará exento de pago cuando la operación no reporte ganancia.

El concejal de Hacienda, Innovación y Función Pública, Adrián García, ha apuntado que el Ayuntamiento de Palma lleva siete años de gestión con los tributos congelado y ha asegurado que esta adecuación del tipo al nuevo cálculo no supone un incremento general de la recaudación y que, el resultado anual será incluso menor que si se hubiera mantenido el impuesto de plusvalía tal y como estaba.