Jero Pérez, una de las hijas del histórico dueño de la conocida bodega La Rambla y actual propietaria del local, ha fallecido tras una larga enfermedad según han confirmado este lunes fuentes cercanas a la familia. La puerta de uno de los establecimientos de restauración más conocidos y con más solera del centro de Palma ha permanecido este lunes cerrada a cal y canto y en ella constaba una nota escueta. «Cerrado hasta el jueves por defunción», podía leerse. No pocos clientes habituales han llegado durante la mañana al lugar con la idea de degustar uno de sus suculentos platos de merienda y almuerzo. Al ver la nota todos se daban la vuelta con gesto severo, pensativos.
Algunos de sus fieles visitantes han obsequiado a la familia de la bodega La Rambla con flores, y estos agradecen el gesto de cariño y recuerdo hacia quien ha pasado gran parte de su vida al mando del negocio, todo un clásico que abrió sus puertas en la década de los años cuarenta del siglo pasado. En un ya lejano 1995 esta mujer con genio y tan luchadora como afable tomó el relevo de su padre, Roberto, un gallego de nacimiento que pronto se hizo un palmesano arraigado más, y eso a pesar de que muchos de sus clientes eran turistas que se dejaban caer por la céntrica zona.
Primer plano de la nota que cuelga de la entrada cerrada de la taberna. Foto: M.À.C.
En el año 2015 soplaron vientos de cambio y la emblemática taberna dejó su local original, aquel en el que Roberto Pérez empezó siendo un mozo y del cual en 1969 se hizo cargo del traspaso. A pesar del ingente número de visitantes foráneos que poblaron sus mesas y barra, los ciudadanos de Palma lo han reconocido desde hace décadas como uno de esos nombres imprescindibles del centro de la capital balear.
Jero aprendió de su padre las señas de identidad indispensables para hacer feliz a las personas a través de un producto bien escogido y un trato familiar. Supo mantener los principales hitos de La Rambla, espacio al que el periodista Miquel Julià definió hace unos años en este mismo periódico como «templo urbano gastronómico» por sus variadets, sus cañas bien tiradas y su mobiliario singular, elementos todos ellos que forman parte de la «memoria histórica y emocional de varias generaciones de palmesanos», a quienes poco importaba tener que aguardar pacientemente en la cola ya que nunca reservaban.
Muchos sabían que Jero Pérez sufría cáncer, pues los efectos de la enfermedad en su cuerpo eran visibles, y a pesar de ello siguió con su cometido hasta los últimos instantes, siempre que pudo y las fuerzas la acompañaron. Hoy Palma está de luto. El próximo jueves el hijo de Jero Pérez volverá a subir la barrera de la bodega La Rambla para arrancar una nueva etapa. Él será la tercera generación de restauradores que agasajará los paladares de sus clientes con su arte gastronómico. Por él mismo, por su futuro y en recuerdo de quienes le precedieron. Descanse en paz.
Mi más sentido pésame. Era cliente de su padre, lo fui suyo y pretendo seguir siéndolo de su hijo.
De todas maneras una reflexión: ¿quiénes son los desalmados que puntúan negativos a las condolencias? ¿Está tan enferma esta sociedad?
Desde bien niña iba al antiguo, y ahora, al "nuevo" local. A ella la veía siempre pero nunca la traté personalmente. Una verdadera pena que alguien tan lleno de energía muera tan joven.
Todo mi apoyo a la familia por este fatal desenlace.
Mis mayores condolencias para sus familiares y amistades. No tenía mal genio,tenía carácter. Algo imprescindible para poder manejar a un buen equipo de trabajo y lo bien que lo llevó. Espero que su hijo haya heredado aunque sea el 50% de virtudes de su madre,suficiente para triunfar.
Quina pena tan gran. Me sap molt de greu. Na Jero te feia sentir com a ca teva sempre. Coneixia lo que menjaves i, inclús, si qualque vegada hi anaves a una hora poc habitual, ella te deia: "I avui, què ha passat?" Ho tenia tot controlat, fins al darrer moment. Gràcies per tot, Jero i Descansa en Pau.
Antes de nada mi mas sentido pesame a toda la familia de La Bodega, me siento un privilegiado al tener la gran suerte de conocer las tres generaciones, de muy adentro de mi corazon le deseo a Jero el mejor paraiso que pueda merecerse ayi arriba, de mi parte y de toda mi familia un gran abrazo. Te queremos Jero
Una gran señora en todos los aspectos. No me cabe duda de que el negocio estará en buenas manos, ha tenido una muy buena maestra. La echaremos de menos. D.E.P.
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Mi más sentido pésame. Era cliente de su padre, lo fui suyo y pretendo seguir siéndolo de su hijo. De todas maneras una reflexión: ¿quiénes son los desalmados que puntúan negativos a las condolencias? ¿Está tan enferma esta sociedad?
DEP
Desde bien niña iba al antiguo, y ahora, al "nuevo" local. A ella la veía siempre pero nunca la traté personalmente. Una verdadera pena que alguien tan lleno de energía muera tan joven. Todo mi apoyo a la familia por este fatal desenlace.
Por fin descansará. Un abrazo para toda la familia. La echaremos de menos.
Mis mayores condolencias para sus familiares y amistades. No tenía mal genio,tenía carácter. Algo imprescindible para poder manejar a un buen equipo de trabajo y lo bien que lo llevó. Espero que su hijo haya heredado aunque sea el 50% de virtudes de su madre,suficiente para triunfar.
Quina pena tan gran. Me sap molt de greu. Na Jero te feia sentir com a ca teva sempre. Coneixia lo que menjaves i, inclús, si qualque vegada hi anaves a una hora poc habitual, ella te deia: "I avui, què ha passat?" Ho tenia tot controlat, fins al darrer moment. Gràcies per tot, Jero i Descansa en Pau.
Descanse en Paz
El sent molt
Antes de nada mi mas sentido pesame a toda la familia de La Bodega, me siento un privilegiado al tener la gran suerte de conocer las tres generaciones, de muy adentro de mi corazon le deseo a Jero el mejor paraiso que pueda merecerse ayi arriba, de mi parte y de toda mi familia un gran abrazo. Te queremos Jero
Una gran señora en todos los aspectos. No me cabe duda de que el negocio estará en buenas manos, ha tenido una muy buena maestra. La echaremos de menos. D.E.P.