Las obras de la calle Costa i Llobera se iniciaron en octubre y con las fiestas han sufrido un parón, aunque acabarán en febrero. | Teresa Ayuga

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De «oportunidad perdida» fue tachado este martes el proyecto de peatonalización de la calle Costa i Llobera, junto a las Avingudes. Estos días se ha terminado de asfaltar esta vía que ayer mostraba su aspecto recién asfaltado y donde aún no han aparecido los árboles. Tanto la patronal de comercio Pimeco, como la urbanista María Gómez y el paisajista Salva Cañís mostraron su decepción por el proyecto, que según el Ajuntament estará finalizado en febrero. Pimeco expresó su «decepción absoluta» por la reforma de esta vía, ya que «no tiene nada que ver con lo que el Ajuntament anunció que haría en la zona. Tras una inversión de 240.000 euros, sigue prácticamente igual»

La patronal denunció que el tramo comprendido entre la vía Gilabert de Centelles lleva años cerrada al tráfico y esperando la obra de reforma. «Parece que solo se ha asfaltado», dijeron los comerciantes, que añadieron que «pondremos demandas por daños, ya que algunos comercios hemos bajado la facturación anual respecto al 2020 de forma drástica. No ha sido el momento adecuado para llevar a cabo las obras. Tener ese tramo cerrado durante las tres primeras semanas de diciembre ha sido, comercialmente, un desastre».

Asfalto

En Twitter, la urbanista María Gómez advirtió del aspecto de la calle y consideró que «es una oportunidad perdida. Se podría haber conseguido un trocito de verde, cualquier espacio se debe aprovechar bien». El Ajuntament de Palma contestó al tuitde la urbanista, advirtiendo que «la obra no está acabada. En el proyecto se contemplan árboles y otros elementos para armonizar esta calle que se incorporarán bien pronto. La fecha prevista para la finalización es febrero». Gómez señaló que «es una pena que se haya asfaltado cuando se podía haber hecho un sistema de drenaje urbano y una zona un poco más verde».

El Ajuntament de Palma también respondió al paisajista Salva Cañís, al advertir que «los alcorques se hacen después de haber asfaltado. En breves días se retomarán las obras». Cañís señaló que si el alcorque «es solo un agujero de un metro cúbico, es más de lo mismo», lo que consideró insuficiente para conseguir un sistema arbóreo en el centro de la ciudad. «Este proyecto tenía supuestamente sustrato estructural sobre el asfalto para que no levantara el pavimento», dijo.   

El apunte

Un espacio amable con siete árboles

Aunque las obras no están finalizadas, la decepción entre comerciantes, urbanistas y paisajistas es palpable. Las obras se iniciaron en octubre y, según el Consistorio, con este proyecto se quería convertir la calle en un espacio más amable. El espacio contará con siete nuevos árboles de la especie Pyrus calleriana y diez bancos circulares. La zona cuenta con 1.220 metros cuadrados y desde 2014 se había restringido el acceso de vehículos.

El apunte

Un espacio amable con siete árboles

Aunque las obras no están finalizadas, la decepción entre comerciantes, urbanistas y paisajistas es palpable. Las obras se iniciaron en octubre y, según el Consistorio, con este proyecto se quería convertir la calle en un espacio más amable. El espacio contará con siete nuevos árboles de la especie Pyrus calleriana y diez bancos circulares. La zona cuenta con 1.220 metros cuadrados y desde 2014 se había restringido el acceso de vehículos.