Aunque la mayor parte de la tramitación de las subvenciones corresponde al equipo de gobierno de Calvo, que fue quien las convocó y las adjudicó, los pagos finales se realizaron bajo el mandato de Mateu Isern, en el año 2011, por lo que la causa administrativa salpica a ambas juntas de gobierno. | S. Amengual

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El Tribunal de Cuentas concreta en 85.000 euros el importe de las subvenciones con irregularidades contables graves por las que juzga a los equipos de gobierno municipales de Aina Calvo y de Mateu Isern. El Boletín Oficial del Estado publicó ayer un edicto de la Sección de Enjuiciamiento del órgano de control que hacía pública la apertura de un procedimiento de reintegro por un subvención de 55.000 euros otorgada a la ONG Manos Unidas y otra de 30.000 euros al Club de Esplai.

El procedimiento deriva de un informe de la Sindicatura de Cuentas de Balears que alertó de una serie de graves deficiencias en líneas de subvenciones que se pusieron en marcha en el ejercicio 2010/2011. La fase de convocatoria, tramitación y justificación de los expedientes fue llevada a cabo durante el gobierno de Calvo. El tribunal publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado el procedimiento abierto contra las dos entidades y que deriva de un informe de la Sindicatura de Cuentas de Balears que ya alertó en 2016 de una serie de irregularidades contables generalizadas en algunas líneas de subvención de Cort a organizaciones no gubernamentales.

Sobre Manos Unidas se alertaba sobre la forma en la que se justificaron los fondos que recibió, en concreto se fija esta cuantía en 55.000 euros. Se criticaba que se justificasen cuantías como 8.724 euros como «viajes y estancias» de manera genérica o que, como «honorarios» se incluyeran facturas de mensajeros. «El total del importe justificado con facturas o simples tiquets de supermercado, restaurantes o gasolineras relacionadas en el registro total de gastos presentado es de 50.913,00 euros, cuando el total de presupuesto presentado sobre cuya base se concedió una subvención de 55.000 euros a la entidad beneficiaria fue de 154.700,44 euros. Por lo tanto, no consta justificada la ejecución del proyecto», alertaba aquel informe de fiscalización. La finalidad de los fondos que recibió Manos Unidas era un proyecto para fomentar educación bilingüe en colegios de Ecuador.

Las pegas son similares en lo que se refieren a las subvenciones al club juvenil. En este caso, la Sindicatura criticaba de forma especial el gasto en personal que suponía el proyecto y que, por el tipo de prestación que daba la entidad, se debió de recurrir a un contrato de prestación de servicios y no de una subvención.

Todo el informe criticaba la falta de transparencia y de criterios previos a la hora de ceder los fondos públicos que iban hacia las organizaciones no gubernamentales. Además de estas dos entidades el informe mencionaba a otra media docena de organizaciones que se beneficiaron de los fondos. Sin embargo, la fiscalización del Tribunal de Cuentas ahora se centra en estas dos.

El procedimiento de reintegro se dirige contra los responsables de las irregularidades contables e implica una responsabilidad personal por destinar fondos públicos a un fin distinto al previsto. Por ese motivo, el Tribunal de Cuentas exigió avales a los equipos de gobierno de Calvo y de Isern por un valor total de 158.000 euros. Ahora se iniciará la fase de enjuiciamiento que terminará en una sentencia que determine su hubo o no una irregularidad.

Avales a dos juntas de gobierno

El Tribunal de Cuentas impuso el pago de un aval a los integrantes de las juntas de gobierno de Cort durante los equipos de gobierno de Aina Calvo y de Mateu Isern. El proceso permanece abierto y ahora se da un plazo de nueve días para que se persone en los autos cualquier interesado.