Imagen de Pedro Morell, director de la perrera de Son Reus.

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Pedro Morell es veterinario y director del Centro de Bienestar Animal de Son Reus desde hace 24 años. Disminuir el número de entrada de animales domésticos a esta perrera municipal es uno de los objetivos conseguidos desde hace unos años. Asimismo, Morell reconoce que todavía falta mucho trabajo por hacer, sobre todo en relación a la colonia felina, pero el balance, dice, es positivo. Los últimos datos de la perrera muestran la continua reducción de la entrada de canes al centro. En noviembre, por ejemplo, ha bajado hasta un 50 %. Ahora mismo solo hay un 40 % de la perrera ocupada como resultado del incremento de las adopciones. En total, hay 704 canes por renuncia, abandono o vagabundos.

¿Por qué es importante concienciar a la gente sobre la adopción de animales domésticos?

—Es necesario porque existen perros, por ejemplo, que han sido abandonados o renunciados por sus propietarios porque no pueden atenderlos. Es lógico buscar otras personas que estén interesadas en tener un animal de compañía. Pedimos que antes de comprar un animal, se acuerden de aquellos que están en la perrera.

¿Qué se tiene en cuenta a la hora de gestionar estas solicitudes?

—Lo primero que recalcamos al futuro cuidador es que tenga en cuenta lo que quiere y lo que le conviene, pues si es una persona que trabaja todo el día, a lo mejor no le conviene un animal con unas características específicas. El tener un animal es una responsabilidad durante 15 años, por lo menos.

La mitad de los perros en Son Reus son calificados de ‘Potencialmente Peligrosos’ (PPP).

—Más que eso, lo que tenemos son perros de gran tamaño. Lo que sí pasa con los PPP es que tienen un paso administrativo más que otra clase de canes. Es una licencia en la cual piden un seguro de responsabilidad civil. Esto resulta un inconveniente más para muchas personas. Una de las pegas que tenemos es que los más grandes y mayores no se adoptan tanto como los perros jóvenes y pequeños. Contamos con el apoyo de asociaciones, a las que agradecemos mucho, ya que ayudan a difundir este problema que es consecuencia de la sociedad.

Uno de los datos más significativos es la reducción de abandonos desde principio de año. ¿A qué cree que se debe este hecho?

—En un principio se relacionó la disminución de abandonos con el confinamiento pero no es así. La reducción empezó de manera lenta hace ya tres años. Nosotros queremos pensar que es fruto del trabajo hecho durante 40 años insistiendo a la sociedad que sea responsable. Aunque nos queda mucho por hacer todavía, algo hemos hecho con estos datos. Otra cosa importante es que el número de perros con microchip ha ido aumentando. Esto significa que la gente es más responsable que antes.

El microchip ha sido fundamental para que los dueños recuperasen a su mascota.

—La app del microchip ha sido un adelanto y ha facilitado la gestión de los animales. Desde Cort hemos pedido y solicitado a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, que es la responsable de la identificación de los animales, que estos microchips también se extiendan a otros animales de compañía como los gatos, sobre todo después de ver que los resultados de la obligatoriedad del chip ha sido muy positiva.

¿Qué tipo de abandonos llega a Son Reus y cuál es el motivo principal?

—¿Por qué hay tanto perro de gran tamaño y PPP? Porque son los que menos se adaptan al tipo de vida del ciudadano, sobre todo los que viven en pisos pequeños. Este es el principal motivo. En cambio, un gato o un perro pequeño tienen menos dedicación. Todas estas cosas hace que nosotros nos encontremos con lo que la mayoría no quiere.

Hace años que no se contemplan sacrificios.

—La perrera de Son Reus no aplica eutanasia a los perros desde hace años. Por otra parte, al tener ahora mismo más espacio –hay un total de 108 jaulas en la perrera –, podemos permitir alargar el alojamiento el máximo tiempo posible para no tenerlos que sacrificar. Hace años había un alto grado de saturación y teníamos que buscar alguna solución.

¿En qué mejoras trabaja el Centro si los datos de abandonos son positivos?

—Así como ha ido disminuyendo la entrada de perros, ha aumentado la de gatos. El tratamiento y la prevención entre estos dos animales son completamente distintos. Ahora fomentamos la baja de las colonias urbanas de gatos a través de la esterilización. Por otra parte, concienciamos a que no se debe dar de comer en la vía pública a estos felinos. Cada años, realizamos unas 1.000 esterilizaciones de gatos para rebajar el volumen de esta población. Es un trabajo que, sabemos, no lo vamos a acabar en breves.

¿Qué nuevas actuaciones se han llevado a cabo este año?

—Hemos puesto en marcha un segundo quirófano para aumentar el número de esterilizaciones a fin de doblar la curva de gatos. También estamos realizando pequeñas obras en el centro para mejorar las instalaciones.

¿Qué balance hace de 2020?

—Positivo. Estamos convencidos que nuestra línea de trabajo ha conseguido disminuir el número de animales en el centro y mejorar el bienestar animal. Con la llegada de la Navidad, mi mensaje es que no se regalen seres vivos que pueden ser rechazados.