Alberto Jarabo, Delia Bento y Tomás Lladó. | Ajuntament de Palma

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La población española de Palma ha bajado por primera vez en su historia en el último año, concretamente en 513 personas, en su mayoría con destino a otros lugares de Baleares, mientras que la extranjera sigue aumentando y supone un 23,1% del total, según el último padrón municipal de 1 de enero de 2020. En 2006 hubo una ligera caída, que rápidamente fue recuperada.

El padrón, presentado este jueves por el concejal de Participación Ciudadana, Alberto Jarabo, ha registrado un aumento de población del 1,59% en el último año, hasta los 456.088 habitantes, lo que supone una subida de en torno al 30% en las dos últimas décadas, ya que en el año 2000 había empadronados en la capital balear 349.691 personas.

La tendencia de los últimos años es que la capital continúa creciendo, con un peso cada vez mayor de los habitantes de la Unión Europea, una reactivación de la inmigración de países sudamericanos y una bajada de los españoles, este último fenómeno nuevo en los registros del Ayuntamiento.

Según Jarabo, estos emigrantes españoles se van principalmente a otras localidades de Mallorca, a Ibiza o a Menorca, en el primer caso, cree el concejal, por el elevado precio de la vivienda en la capital balear.

Respecto al aumento de extranjeros, de 2006 a 2014 crecieron los procedentes de la Unión Europea (del 6,6% al 10%) y disminuyeron los extracomunitarios (del 13,2% al 9,4%, seguramente por la crisis económica) y en 2014, por primera vez, el número de comunitarios (42.635) superó a los de fuera de Europa (40.287), pero estos últimos empezaron a repuntar en 2017.

En los últimos tres años, ambos grupos de extranjeros han crecido hasta suponer un 11,7% del total los comunitarios y un 11,4% los de fuera de la UE, 53.378 y 52.010 habitantes, respectivamente.

La tendencia del aumento de inmigración extranjera y bajada de la población española queda patente en que más de la mitad de los nuevos inscritos en Palma en el último año son extranjeros (17.958 personas, un 55% de las altas totales), mientras que un 70% de los que se marcharon de la ciudad fueron españoles (14.261), frente a solo un 30% de extranjeros que dejaron la capital (6.000).

Por nacionalidades, las que registraron un mayor aumento de la población en un año fueron las personas procedentes de Colombia (1.578 más), Italia (919), Argentina (469) y Venezuela (363), y las que contabilizaron una bajada de habitantes fueron, en primer lugar, los españoles (-531), seguidos de lejos por los procedentes de Mauritania (-7) y Egipto (-5).

A 1 de enero de este año se registraron 350.700 españoles residentes en Palma, 170.334 de ellos hombres y 180.366 mujeres, así como 53.378 extranjeros de la UE (26.217 hombres y 27.161 mujeres) y otros 52.010 extracomunitarios (27.056 hombres y 24.954 mujeres). En el caso de los habitantes de fuera de la UE, en los últimos 15 años se han empadronado 25.742 personas más, lo que supone un aumento del 165%.

Por continentes, los extranjeros que viven en Palma son mayormente de Europa (40.799 personas, un 0,5% más que un año antes), América (26.776, un 15,8% más), África (11.800, un 6,1% más en un año y un 45% más en los últimos 15 años), Asia (9.304, un 9,8% más en un año) y Oceanía (158, un 12% más respeto al año anterior).

En cuanto al nivel de formación de estos extranjeros, registran un mayor porcentaje de titulados medios y superiores los de Estados Unidos (57%), Rusia (43%), Venezuela (36%), Francia (34) y Bélgica (33%).

Por contra, los que tienen un mayor porcentaje de habitantes sin estudios o analfabetos son los provenientes de Mali (67%), Senegal (63%), Nigeria (54%), Marruecos (44%) y Pakistán (43%).

Y por barrios, Pere Garau, Foners y Son Gotleu aumentaron en mayor medida sus habitantes y esta última barriada es la que registra el mayor porcentaje de extracomunitarios, con un 33% frente al 11,4% de media en toda la ciudad, lo que para Jarabo muestra la segregación de los habitantes de estos barrios.

Otros, como los del casco antiguo de Monti-sión, Sindicat y La Missió, han aumentado su población europea entre el 21% y el 23% en un año, un crecimiento que alcanza el 30% en Son Vida.

El tamaño de las familias también varía mucho de un barrio a otro. Son Banya cuenta con familias de más de 6 miembros y otros como La Teulera, Son Peretó, Son Gotleu y Son Rapinya están en torno a los 3 miembros, frente a una media de entre 1 y 2 en Sindicat, Es LLonquet, Cala Major y Sant Jaume.

Los barrios del casco antiguo como Sant Jaume, Cort, Sindicat y Monti-sión registran los menores porcentajes (en torno al 15%) de familias con 3 o 4 miembros.