Imagen de la fuente instalada en la calle Sant Miquel.

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Emaya ha instalado en la calle Sant Miquel la segunda fuente de agua potable filtrada de Palma, para poder recargar cantimploras y botellas, tras la de la plaza del Mercat, en una iniciativa que busca promover el consumo de agua del grifo y reducir el uso de plástico.

La instalación se ha hecho coincidir con la celebración de la cumbre por el clima COP25 en Madrid, ha informado el Ayuntamiento de Palma en un comunicado. La fuente también tiene un sistema para beber aunque no se disponga de recipiente y, la novedad de esta fuente, es que además incorpora otra salida para poder dar agua a los perros.

La primera fuente de este tipo se instaló el pasado julio en la plaza del Mercat, fruto de la colaboración con la ONG Cleanwave. La próxima semana se colocará otra fuente de estas características en la zona del Portitxol y más adelante se pondrán más en otros puntos de la ciudad.

Emaya ha recordado que el agua de Palma es potable, tiene todas las garantías sanitarias para el consumo humano, se controla y analiza de forma continuada. Cada vez son más las personas que la consumen, tanto sea de forma directa del grifo como después de tratamientos domésticos de filtrado que mejoran el sabor, como el que tiene esta fuente.

Cada vez que se utilice una botella reutilizable o cantimplora para llenarla de agua, se evitará el consumo de botellas de plástico de un solo uso.

Se calcula que actualmente en Baleares, cada habitante consume 175 litros de agua envasada al año, lo que equivale a unas 117 botellas de 1,5 litros. Esos datos suponen un gasto de 61 € anuales por persona y la generación de 5 kilos de residuos de plástico, que para el conjunto de Palma son unas 2.000 toneladas de residuos de plástico anuales.
La fuente de agua potable filtrada de la plaza del Mercat proporcionó solo en sus primeras cinco semanas en funcionamiento 6.500 litros.