Vecinos de Son Cladera: «Estamos cansados de los gamberros»

El ascensor se construyó para que lo usaran los vecinos con movilidad reducida o los que iban cargados con algún tipo de peso. Desde que lo estropearon el pasado mes de mayo, la asociación de vecinos del barrio ha presentado varias denuncias a la Policía Municipal y al Área de Infraestructuras. También ha hablado con las autoridades para reclamarles una solución pero siempre obtiene la misma respuesta: «No hay dinero».

Esta no es la primera vez que los gamberros rompen el ascensor y los vecinos aseguran que «no será la última». Asimismo, afirman que desde que se construyó el puente, el ascensor ha estado más veces parado que en funcionamiento. «Vienen a arreglarlo y a los 15 días ya no vuelve a funcionar, es un auténtico desastre», lamentan.

Además de estar constantemente fuera de servicio, los ciudadanos se quejan del mal estado que presenta. Lo consideran un nido lleno de «suciedad» y objeto de «vandalismo».
No tienen ninguna duda que estos destrozos son provocados por las bandas del barrio. «Todas las noches vienen unos jóvenes a hacer botellón y se dedican a destrozar las instalaciones, estamos hartos de estos gamberros», denuncia Margalida Gornés, una vecina.

Para intentar acabar con el gamberrismo, la asociación de vecinos ha propuesto al ayuntamiento que se incremente la vigilancia policial durante la noche. «Hemos pedido que haya más policías pero han decidido reducir los efectivos porque, según ellos, no hay dinero», revela Manuela Orta, miembro de la Asociación de Vecinos de Son Cladera.

Proyecto

En el año 2012, un joven murió trágicamente después de ser arrollado por un tren en el paso peatonal de la calle de Ca’n Foradí.

Después de este incidente, las autoridades, pese a que algunos vecinos no estaban de acuerdo, decidieron construir un puente para evitar que volvieran a repetirse sucesos como aquel. «En ese momento yo estaba en la junta y ya avisé que este proyecto no funcionaría», afirma uno de los vecinos.

El proyecto consistía en la instalación de una infraestructura de siete metros de altura con un pasadizo superior y dos ascensores para que las personas con movilidad reducida o que llevaran peso pudieran cruzar las vías del tren con seguridad. Es el resultado de un convenio firmado entre el ayuntamiento de Palma y Serveis Ferroviaris de Mallorca (SMF) que decidieron sufragar de forma conjunta la infraestructura. Asimismo, Serveis Ferroviaris de Mallorca decidió instalar una nueva parada del tren Palma-Marratxí a la altura de la calle de Ca’n Foradí.