El presidente de EMAYA, Ramón Perpinyà. | M. À. Cañellas

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Ramón Perpinyà está al frente de dos de los problemas más importantes de Palma: la limpieza y el cierre de las playas. De pensar que no entraría como regidor (era el nueve de la lista del PSOE a Cort) ha pasado a dirigir la mayor empresa municipal.

¿Palma está sucia?
—Es un planteamiento demasiado genérico, no tiene demasiado sentido expresarlo así. Hay muchos aspectos en los que trabajar y mejorar para que la ciudad pueda estar mejor y en eso estamos. Empezamos con un plan de hierbas, mejorando también los bordillos en coordinación con Infraestructures, tenemos un plan contra los grafitis y estamos mejorando la limpieza.

¿Por qué cuando más se ha invertido en maquinaria y personal los ciudadanos perciben que Palma está más sucia?
—Lo que haya pasado antes os lo dejo a vosotros para que lo interpretéis. Ahora vamos a seguir trabajando para mejorar la ciudad.

¿Qué hará para que los ciudadanos noten la ciudad más limpia?
—Mejorar la eficiencia del trabajo, pero debemos empezar a entender que la limpieza depende de todos: de nosotros y de los ciudadanos. Lo que no podemos hacer es limpiar y que algunos incívicos ensucien detrás; éste es un grave problema.

¿En qué barrios hay que limpiar más?
—En todos hay que incidir.

¿Pondrán más controladores medioambientes?
—Queremos que en determinadas circunstancias vayan acompañados de la policía para apoyar el aspecto sancionador.

La plantilla se ha quejado porque no se optimizan los recursos.
—Creo que se están optimizando y se trabaja para conseguir el mejor resultado. Emaya es una gran empresa que hace muy buen trabajo.

¿Hay que aumentar la plantilla?
—La plantilla es suficiente, pero si es necesario se hará.

¿Renovarán la red de alcantarillado?
—Las redes de saneamiento tienen más de 40 años y estamos trabajando en su renovación. Necesitamos renovar la depuradora del Coll, que tiene 40 años y trabaja al 100 %, pero está cumpliendo su vida útil.

¿Cuándo estará la nueva?
—Siendo optimistas en 2022-23.

¿Qué le quita más el sueño los problema de limpieza o el cierre de las playas?
—Por igual, hay que resolver los dos. Están en marcha el depósito de laminación y el colector, que permitirán recoger 50.000 metros cúbicos y evitará que se viertan estas aguas mixtas si hay lluvias intensas. Las obras estarán en 2021.

El sistema de recogida de trastos es muy criticado, ¿se plantean volver al anterior?
—En principio no, estamos en un ciclo de crecimiento económico y la gente puede consumir más, la cantidad de voluminosos que se tiran se ha duplicado en cinco años. En el sistema de recogida a domicilio un camión recogía una tonelada por ruta, ahora puede recoger hasta seis. Este sistema tiene una implicación directa: los ciudadanos tienen que cumplir de forma disciplinada los días y horas establecidos.

¿Pondrán más multas?
—Si hace falta sí.

¿Habrá mejoras, como llamar para avisar de los trastos que se dejarán?
—Es posible, estudiamos algunos cambios, pero no vamos a quitar el sistema actual.

¿Han mejorado las relaciones con Infraestructuras?
—Son muy buenas, el alcalde nos dijo que todas las áreas tenemos que trabajar más coordinadas. Los problemas de los ciudadanos los tiene que resolver el Ajuntament, no un área u otra, es Cort.

¿Subirán las tarifas en 2019?
—No.

¿Qué harán con los 26 millones de indemnización de la neumática?
—Se van a gastar en inversiones para la mejora de red, compra de maquinaria de limpieza, separar las red de pluviales y fecales para evitar los vertidos en la bahía. Son Castelló es el área más grande con una red unitaria, se está redactando el proyecto.

¿Hará cambios en Son Reus?
—Me sabe mal que los animalistas no me hayan dado ni una semana para poder hacer algo. Vamos a hacer un plan de mejora para Son Reus.