Los contenedores de basura se han colocado a 30 centímetros de una terraza de un restaurante.

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Los vecinos y restauradores de la calle Ramón y Cajal de Palma se quedaron perpléjos al contemplar como técnicos de EMAYA -empresa pública dependiente del Ayuntamiento de Palma- instalaban recientemente una batería de contenedores a menos de 30 centímetros de la terraza de una conocida hamburguesería. Se trata de un tramo de vía donde en menos de 200 metros hay tres bares, un pub musical, una frutería, una clínica dental y una hamburguesería. Algunos de los citados establecimientos cuentan con terrazas debidamente autorizadas. De hecho, el propio Ayuntamiento de Palma tiene delimitados los espacios con marcas discontinuas de color amarillo pintadas en el suelo.

La indignación en la zona es máxima. El motivo de dicha instalación de contenedores son las obras que está realizando la cadena mallorquina HM Hotels para la construcción de un hotel de cuatro estrellas plus en el antiguo edificio Firestone. Según han explicado a los vecinos, el cambio de ubicación de contenedores es para facilitar la entrada y salida de camiones durante la obra. Son muchos los vecinos que sospechan que se trata de una maniobra de Cort para que cuando el complejo hotelero realice la apertura de puertas no tenga en su fachada la batería de molestos contenedores.

Fuentes consultadas por Última Hora han confirmado que la normativa en materia de sanidad prohíbe explícitamente la existencia de contenedores y basura junto a mesas donde se sirve comida. «Es una vergüenza. ¿Cómo me voy a comer una hamburguesa aquí sentado con mi mujer y mis hijos a menos de un metro de los contenedores de basura. El olor es insorportable. Está claro que los hoteleros tienen mucho dinero y poder», apunta Joan Miquel, un vecino de la zona, visiblemente indignado.

«Esto es muy sencillo. Si yo tengo un restaurante y tengo basura en un lugar próximo a los comensales del establecimiento el Departamento de Sanidad del Govern balear en menos de 10 minutos me cierra el local. ¿Dónde están ahora? ¿Por qué no actúan?», señala un policía local, vecino del lugar.