Palacio de La Moncloa. | wikipedia

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La decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha provocado una reacción sorprendente este lunes, 29 de abril, en la Moncloa. El jefe del Ejecutivo ha mantenido en el más estricto secreto su decisión de seguir o no en la Moncloa. Así lo han asegurado durante todo el fin de semana los líderes socialistas, que han realizado numerosas declaraciones insistiendo en que desconocían el resultado de los días de reflexión que se ha tomado su líder.

El personal de la Moncloa tampoco lo conocía y así lo ha puesto de manifiesto el grito que se ha escuchado cuando el jefe del Ejecutivo ha anunciado que se queda. «Gracias a esa movilización social, que ha influido decisivamente en esa decisión, quiero compartir que he decidido seguir con más fuerza si cabe al frente de la Presidencia del Gobierno de España», ha declarado el presidente. Acto seguido, ha señalado que «esa decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo». En ese momento, se ha escuchado un grito totalmente espontáneo y de origen desconocido, que expresaba la alegría que le generaba el citado anuncio.

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Cabe destacar que, el grito no ha provocado ningún efecto en el presidente, que estaba totalmente centrado en su discurso. Otro dato relevante es que la comparecencia se ha realizado sin periodistas. Sólo estaban el personal de Moncloa y el equipo técnico encargado de una retransmisión; así como la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; el ministro de Justicia, Félix Bolaños; y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. En el vídeo se puede observar cómo las puertas del palacio de la Moncloa se ha abierto solas para que Sánchez se colocase antes los dos micrófonos habilitados y las banderas de España y la Unión Europea.

Los socialistas ha estado en vilo durante todos estos días, ya que desconocían totalmente la conclusión a la que podía llegar Sánchez, tras su periodo de reflexión para decidir sin merecía la pena seguir o no al frente del Gobierno de España. Finalmente, la respuesta ha sido afirmativa y tanto en el partido, como entre sus colaboradores más estrechos en la Moncloa, ha supuesto un gran alivio.