El trabajo, cuya autoría corresponde a Manuel García Manero, Carolina Ceamanos, Ainhoa Campo y Gema Perú, del Hospital García Orkoyen de Estella, ha sido publicado recientemente en una revista especializada internacional llamada 'Clinical and Medical Case Reports'. | Josep Bagur Gomila

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Profesionales del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital García Orcoyen de Estella han desarrollado un estudio en el que se pone de manifiesto el efecto positivo de la administración combinada de complejos vitamínicos, en concreto, de derivados inositólicos con mediadores lipídicos, sobre el perfil metabólico e inflamatorio de mujeres con síndrome de ovario poliquístico. El trabajo, cuya autoría corresponde a Manuel García Manero, Carolina Ceamanos, Ainhoa Campo y Gema Perú, del Hospital García Orkoyen de Estella, ha sido publicado recientemente en una revista especializada internacional llamada 'Clinical and Medical Case Reports'.

Según explica el doctor García Manero, "el inositol es una molécula que se puede encontrar de forma natural en los alimentos, tanto de origen animal como vegetal, y que a día de hoy son numerosos los estudios que han demostrado su efectividad en el control del síndrome de ovario poliquístico«. Hay dos tipos de inositol, y uno de ellos es el más ampliamente distribuido en la naturaleza y también en nuestro cuerpo. »Lo novedoso y pionero de este tratamiento -hasta ahora nadie lo había utilizado- es la combinación de los dos complejos vitamínicos, los derivados inositólicos con mediadores lipídicos, que da como resultado una mejoría de la inflamación y de la resistencia a la insulina en pacientes con síndrome de ovario poliquístico, recuperando las menstruaciones de manera espontánea. Hasta ahora el tratamiento era hormonal y lo que provocaba era una menstruación artificial", afirma García Manero.

Los resultados del estudio abren la puerta a otras investigaciones donde existe resistencia a la insulina, como son la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, ha informado el Gobierno foral en una nota. El estudio se realizó en 41 mujeres que asistieron a la consulta de Ginecología del Hospital García Orcoyen entre abril y agosto de 2022, y que fueron diagnosticadas con síndrome de ovario poliquístico.