Las fugas de voto han sido especialmente visibles en el caso de los dos candidatos del PP al Tribunal Constitucional, el letrado Enrique Arnaldo y la juez Concepción Espejel, que sólo han cosechado 232 y 237 votos, respectivamente. La votación, en la que también ha habido ocho votos en blanco y uno nulo, ha sido secreta y por vía telemática, por lo que no ha quedado registrado el sentido de voto de cada diputado. Pero uno de ellos, el socialista, Odón Elorza, ha reconocido en redes sociales que no ha apoyado a Arnaldo. También se esperaban fugas en Unidas Podemos, dos de cuyas diputadas, Gloria Elizo y Meri Pita, habían escrito un artículo en contra de este acuerdo con el PP.
Unidas Podemos no piensa exigir explicaciones a sus diputados por el sentido del voto, dado el carácter secreto de la votación, pero la dirección del Grupo Socialista sí ha anunciado que estudiará el caso de Elorza y que en próximos días decidirá si le multa.
Para el TC se presentaban también, auspiciadas por el Gobierno, las candidaturas de Inmaculada Montalbán Huertas, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y propuesta por el PSOE, y Juan Ramón Sáez Valcárcel, magistrado de la Audiencia Nacional y promovido desde Unidas Podemos, que han obtenido 240 votos en ambos casos.
En cuanto al Tribunal de Cuentas, se han contabilizado 249 votos con el siguiente resultado: 239 apoyos han obtenido las ya miembros del fiscalizador Enriqueta Chicano Jávega y Dolores Genero; Isabel Fernández Torres, profesora de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense de Madrid; Diego Íñiguez, magistrado del Tribunal Contencioso-Administrativo; y Miguel Ángel Torres Morato, fiscal jefe del Tribunal de Cuentas. Un voto menos ha cosechado José Manuel Otero Lastres, catedrático de Derecho Mercantil.
La renovación del Tribunal de Cuentas se completará en el Senado, que debe votar a los otros seis candidatos pactados por el Gobierno y el PP, que ya recibieron este miércoles el aval de la Comisión de Nombramientos de la Cámara Alta.
Los candidatos votados por el Congreso recibieron hace una semana el aval de PSOE, PP y Unidas Podemos en la Comisión de Nombramientos, donde Junts votó en contra y Vox y Cs optaron por no participar en las votaciones para avalar la idoneidad de los aspirantes al TC y el Tribunal de Cuentas por considerar que era una mero «teatrillo» en el que todo estaba decidido de antemano. Este jueves, tanto Vox y Ciudadanos como las formaciones independentistas, algunas de ellas habituales socios del Gobierno, han renunciado a participar en la votación del Pleno. Las minorías de izquierda han escenificado su protesta con un abandono del Pleno al abrirse el debate, mientras que desde las filas de Vox se ha celebrado con burlas el resultado de la votación al grito de «Sí se puede», el lema inicial de Podemos.
1 comentario
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Qué desastre de democracia. Esto solo se arregla cambiando el sistema de listas cerradas por el de listas libres, donde los ciudadanos podamos votar a tantos diputados como escaños hay a ocupar, pudiendo hacerlo de diferentes colores políticos y en función de la honestidad que aparenten. Para ello es necesario disminuir el número de diputados que, en cualquier caso y con la exigencia de la disciplina de voto (si no han acabado con su carrera política), invalida el propio sistema democrático. De esa forma el diputado se debe al electorado, no al partido que tiene la apariencia de una organización mafiosa, y el electorado tiene la responsabilidad de interesarse de las personas a las que votará. Es un sistema que funciona, y muy bien, en un país como Suiza, pero nuestra clase política, teme como los niños al coco, que los electores tengan realmente el poder democrático de poner y cambiar. El sistema "Panachage" (voto con listas libres), es la mayor expresión de democracia.