Una parte del bono podrá gastarse en obras de teatro o musicales. En la imagen una versión del musical Fama. | Andreu Dalmau

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Los jóvenes de 18 años dispondrán en 2022 de un bono de 400 euros para gastar en diversas áreas culturales. Una iniciativa bien acogida pero que ha generado muchas preguntas sobre cómo se aplicará, porque el Gobierno aún no ha dado detalles de una medida que se incluirá en los próximos Presupuestos Generales.

El Ministerio de Cultura y Deporte, encargado de la gestión de este bono cultural, calcula que los beneficiarios serán aproximadamente medio millón de jóvenes y que la partida presupuestaria será de unos 200 millones de euros.

La medida ha sido avanzada por la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en el marco de la celebración, este miércoles, del primer Día del Cine Español.

Poco después, desde Eslovenia, donde participa en la cumbre UE-Balcanes Occidentales, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha precisado la cuantía del bono y que será para «la compra de libros o para el consumo de cualquier tipo de actividad artística o escénica, como el teatro, el cine, la danza o la música».

A continuación comenzaban las preguntas en torno a un bono que ya existe en Italia -se implantó en 2016, con un valor de 500 euros y una partida presupuestaria de 290 millones de euros para 574.000 jóvenes tanto italianos como extranjeros residentes- y en Francia -300 euros para los más de 600.000 jóvenes que cumplen 18 años este 2021-.

Por el momento, se sabe que en España serán 400 euros, a medio camino entre las propuestas italiana y francesa, que se beneficiarán los jóvenes que cumplan 18 años en 2022 y que se implementará de forma que la cifra se gaste por partidas en las diferentes áreas culturales.

Es decir, que una parte tendrá que ser para libros, otra para música, otra para teatro..., aunque lo que aún no está claro es a cuántas áreas se podrá destinar el dinero.

Pedro Sánchez ha hablado de libros y «cualquier tipo de actividad artística o escénica», con mención específica para el teatro, el cine, la danza o la música. Si entran los toros o los videojuegos, está por ver.

Tampoco se sabe qué sistema técnico se utilizará para que el gasto se divida como pretende el Gobierno.

Francia, con su «Pass Culture», ha desarrollado una aplicación cargada con 300 euros de gastos culturales, disponible para utilizar en un periodo de 24 meses. Y limita el gasto en artículos digitales (ebooks o videojuegos) a un máximo de 100 euros.

En el caso de Italia, también se entrega el dinero a través de una app, en la que los jóvenes reciben una serie de cupones por valor de 500 euros para gastar en cine, música y conciertos, eventos culturales, libros, museos, monumentos y parques, espectáculos de teatro, danza, música, cursos de idiomas y suscripciones a periódicos también en formato digital.

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El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha explicado a Efe que el objetivo de este bono es «crear hábitos culturales en la gente joven» y, de «forma indirecta», dar un «apoyo al sector cultural».

«Es como un regalo que reciben al cumplir 18 y me encantaría que se fueran a la ópera o a un concierto de música clásica», ha señalado Iceta, que ha reconocido que aún no saben si será «una tarjeta monedero o gastos que se van descontando» ni tampoco qué tipo de colaboración con entidades bancarias o instituciones. «Todo esto está por ver».

Un bono que nació de una reunión de Hacienda y Cultura de hace más de un mes. «La dio la ministra de Hacienda, y a partir de aquí dijimos que tomábamos nota y que lo estudiábamos (...) Como todo el mundo tiene a los ministros de Hacienda como los malos de la película en este caso fue María Jesús Montero la que lo sugirió», ha concluido Iceta.

Pero aún sin detalles de cómo se desarrollará esta medida una vez que se aprueben los presupuestos, las reacciones han sido bastante positivas desde todos los sectores.

Representantes de asociaciones juveniles la han considerado «positiva pero insuficiente» y esperan que promueva el «acceso real» a la cultura de los jóvenes y a actividades artísticas promovidas por ellos mismos, y no solo que bonifique lo que se entiende por cultura tradicional.

El responsable de Educación y Cultura en la Secretaría del Consejo de la Juventud de España, Xabier Triana, ha considerado en declaraciones a EFE que es un «parche» que no soluciona los problemas de fondo, y la presidenta de la Confederación Estatal de Asociaciones Estudiantes, Andrea González, se ha mostrado favorable al bono pero ha reivindicado que se apueste por la «cultura de la juventud».

Y en los diversos sectores culturales a los que esta medida beneficiará, una cauta satisfacción a la espera de que se concreten los detalles de gasto del bono.

«Todo lo que sea incentivar la asistencia a los eventos culturales y al teatro en vivo siempre es positivo y más a una franja de edad que no va demasiado a este tipo de espectáculos», ha señalado a EFE Jesús Cimarro, presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid.

El presidente de la Asociación de Promotores Musicales (APM), Albert Salmerón, ha señalado que «hay que ser prudentes porque de momento es solo un anuncio» y no se conocen los detalles de cómo podrá beneficiar a las industrias culturales, mientras que desde la Federación de Cines de España han preferido esperar para opinar.

En el mundo literario, el portavoz de la Confederación de Gremios de Libreros (CEGAL), Álvaro Manso, ha dicho sentirse optimista «viendo lo bien que están funcionando los bonos que ya están implantados en varias provincias».

Y el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Patrici Tixis, ha considerado que todo lo que sea facilitar el acceso de los jóvenes a la cultura les parece «algo positivo».