El presidente del PP, Pablo Casado. | Europa Press

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El presidente del PP, Pablo Casado, ha avanzado este miércoles que su partido va a recurrir la ley de vivienda anunciada por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional, al igual que hizo hace un año con una ley similar aprobada en Cataluña, y ha asegurado que no se aplicará en las comunidades y en los ayuntamientos gobernados por el partido.

En una entrevista en Telecinco, Casado ha considerado que la ley anunciada ataca la libertad y la seguridad jurídica y supone un intervencionismo que es «suicida» porque «lo que va a hacer la gente es no poner pisos en alquiler» y «va a subir el precio».

«Esto es el comunismo, exprópiese a las empresas y autónomos que ganan dinero», ha dicho el líder de los populares, quien también ha lamentado de los anuncios que ha hecho el Gobierno sobre su futuro proyecto de ley que si se tiene un piso vacío el impuesto de bienes inmuebles (IBI) pueda subir «un 150 %».

Casado ha remarcado que está «a favor de la libertad de cada persona, de hacer lo que le dé la gana con lo que es suyo sin que venga el Gobierno a decir qué tienes que hacer con tu piso que te has ganado toda tu vida trabajando».

Por ello ha añadido: «No se va a aplicar, ni en esta parte de decir a cuánto tienes que sacar tu piso en alquiler ni en la parte de decir que si lo tienes vacío te puede subir el IBI un 150 %. ¿Y qué vamos a hacer? Llevarlo al Constitucional».

El presidente del PP ha criticado también el proyecto de ley de presupuestos para 2022 que aprobará este jueves el Consejo de Ministros porque le parece que supone otro paso en sus «contrarreformas», como las que ya hace el Ejecutivo respecto a las pensiones, la educación, el régimen laboral y el sector energético.

«¿Por qué no dejan las cosas como estaban antes de que vengan los hombres de negro el año que viene y digan que estos presupuestos son mentira?», ha añadido.
Casado ha considerado que «el Gobierno ha gestionado muy mal la pandemia» y que no ha dado la cifra de muertos de la COVID en España, que, según ha dicho, alcanza los 120.000 fallecidos.