Este aumento de la mortalidad en España ha hecho también que la esperanza de vida disminuya en 1,24 años.

TW
3

Los datos sobre defunciones en España durante 2020 recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que en el año de la pandemia las defunciones se dispararon un 17,7%, con 75.305 fallecimientos más que el año anterior, y 492.930 personas que perdieron la vida en su conjunto.

En su estadística sobre el movimiento natural de población dado a conocer este jueves, el INE no especifica a qué motivos se debió el exceso de fallecimientos detectado el año pasado, pero los datos del Ministerio de Sanidad ya constataron en enero que hasta el 31 de diciembre de 2020 habían muerto 51.078 españoles por covid-19.

Este aumento de la mortalidad en España ha hecho también que la esperanza de vida disminuya en 1,24 años, al situarse en los 82,34 años, y que el crecimiento vegetativo, esto es, la diferencia entre nacimientos y defunciones, sea negativo en 153.167 personas, frente a las 57.146 de 2019.

La nota con la que INE anuncia todas estas cifras subraya que los fenómenos demográficos detectados en la estadística de movimiento natural de población estuvieron «muy afectados» por la pandemia del coronavirus y confirma que los fallecimientos aumentaron en todas las comunidades autónomas, con Madrid a la cabeza. mDe hecho, las cifras revelan que el crecimiento de las defunciones se multiplica coincidiendo con el estallido de la covid-19 en primavera y en las olas posteriores. Coincidiendo con la explosión de casos y el confinamiento de marzo, el descenso de muertes del 3,2% de febrero se invirtió rápidamente al aumentar a un 56,8% al mes siguiente.

Es más, en abril todavía escaló más, hasta el 78,2%, récord del año 2020, y experimentó una espectacular bajada coincidiendo con el término del confinamiento, ya que en mayo cayó hasta el 3,4% y en junio se volvió a un registro negativo, del 3,7%.

Las siguientes olas de la pandemia provocaron repuntes en las defunciones, con un 13,5% más en agosto, el 14,5% en septiembre, un 21,0% al mes siguiente y el 21,6% en noviembre hasta acabar el año con un alza del 13,1% en diciembre. Apuntan además los datos del INE que el grueso del exceso de fallecimientos respecto a 2019 se concentró en los meses con mayor expansión del coronavirus y confirman que se produjo en todas las autonomías.

La tasa de variación anual de defunciones alcanzó en la Comunidad del Madrid el 41,2% en 2020, con 66.583 muertes, muy por encima de la media nacional del 17,7% y por delante de las demás autonomías.

Le siguen Castilla-La Mancha (32,3% y 27.761 casos), Castilla y León (26,0% y 36.177 fallecidos) y Cataluña, que registró 79.685 y un porcentaje del 23,5%. Por el contrario, en la parte más baja de la tabla se situaron Canarias (4,2%), Galicia (5,0%), la Región de Murcia (5,8) y Baleares (7,1%). La Comunidad de Madrid también encabeza la tasa bruta de mortalidad, con 15,1 defunciones por cada 1.000 habitantes, frente al 10,5% de media nacional, seguida muy de cerca por Asturias, con el 14,3%.

El INE aporta además la estadística de defunciones por grupos de edad, según la cual las mayores subida fueron entre mayores de 60 años, con la cota más alta entre personas de 75 y 79 años (24%) junto a las que tenían de 95 a 99 años (22,3%) y entre 90 y 94 (21%).

La esperanza de vida baja a los 82,34 años desde el máximo que había tocado en 2019, cuando llegó a los 83,58 años, y se queda en 79,6 años para los hombres y 85,07 para las mujeres, con las Islas Baleares como la autonomía con el indicador más alto (83,4 años) frente a Melilla, en el extremo opuesto y 78,9 años.

El crecimiento vegetativo, que ya experimentaba una tendencia general de caída desde 2015, se desploma hasta las 153.167 personas menos en España, pero es positivo en Murcia, Baleares, Melilla y Ceuta; al otro lado, Castilla-León, Cataluña, Galicia y madrid presentan los mayores datos negativos de la estadística.