Juana Rivas, en una imagen de archivo. | Efe

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Juana Rivas ha asegurado este viernes, cuando ha ingresado en el Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos de Granada, que jamás pensó que le pasaría algo así y que cree que su condena -firme, a dos años y medio de prisión- es «principalmente para sus hijos».

«Estos son momentos muy difíciles. Jamás en mi vida hubiera pensado que nos pasaría algo así. Creo que principalmente esta condena es para mis hijos. Voy a cumplir con una decisión que considero muy injusta, pero que no voy a desobedecer», ha indicado esta vecina de Maracena (Granada) a través de un comunicado remitido por su abogado, Carlos Aránguez.

Rivas, condena por un delito de sustracción de menores por no haber entregado sus hijos al padre, el italiano Francesco Arcuri, en el verano del 2017, ha dicho que por «muy duro» que sea su ingreso en prisión, para ella, los momentos «más terribles» de su vida han sido lo que ha narrado en numerosas ocasiones.

«No tuve más remedio que entregar a mis hijos a Arcuri. La justicia así me lo exigió. Pero en cambio, mi denuncia por maltrato contra él estuvo 13 meses guardada en un cajón. Para después de 30 meses más, ser archivada sin escucharme siquiera», ha lamentado Rivas, que asegura tener «fe y esperanza» en que el Gobierno le conceda el indulto.

Espera que esa medida de gracia le permita «seguir luchando» por sus hijos y pedir que se le reconozcan sus derechos en Italia.

«Hemos sufrido mucho, parece ser que nos queda bastante aún, y eso no puede quedar en el olvido», ha continuado Rivas, que ha recalcado que nunca se va rendir porque se lo debe a sus hijos y a ella misma «como persona, mujer y madre».

«Seguiré luchando para que mis hijos tengan algún día una vida más tranquila, aunque hay daños ya irreparables», señala Rivas, quien agradece igualmente las numerosas muestras de cariño recibidas estos días, a quienes la han ayudado y dado ánimos, y que envía un abrazo «a los padres y las madres que puedan encontrarse en su misma situación».

Rivas ha ingresado en la mañana de este viernes en el Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos, ubicado en la calle Ribera del Beiro de la capital granadina, acompañada por su letrado y por Francisca Granados, que fue una de las personas que en su día la asesoró como directora del Centro de la Mujer del Ayuntamiento de Maracena (Granada).
Está condenada en firme por haber permanecido en el verano de 2017 un mes en paradero desconocido junto a sus dos hijos para no entregarlos a Arcuri, quien en 2009 fue condenado por lesionarla y al que ella volvió a denunciar por maltrato en 2016.