La ministra de Sanidad, Carolina Darias (c) escucha la intervención del portavoz del PP, Javier Maroto, durante la sesión de control al Gobierno celebrada este martes en el Senado, en Madrid. | Efe

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El Senado no ha secundado este miércoles la petición de Ciudadanos para instar al Gobierno a asegurar el cese de los políticos que incumplan el protocolo de vacunación o cometan cualquier irregularidad sobre el proceso de las vacunas contra el coronavirus.

La moción de Ciudadanos, defendida por el senador Miguel Sánchez, pedía asimismo «garantizar la máxima transparencia y cumplimiento del protocolo de vacunación», pero ha sido criticada por varios grupos por considerar que se trataba de una iniciativa que solo quería hacer ruido mediático.

No obstante, todos los partidos han estado de acuerdo en que el vacunarse saltándose los turnos ha sido «egoísta», «bochornoso» y «censurable».

«La vacuna está siendo objeto de una nueva forma de corrupción», ha considerado Sánchez, que ha criticado a todos aquellos que no han comprendido que su cargo conlleva «vocación de servicio público» y que «el capitán del barco no puede ser el primero que se tire al bote».

Ha criticado tanto a los políticos del PP como del PSOE y nacionalistas que se hayan vacunado y ha asegurado que «no ha salido ninguno de Ciudadanos», pero que si sucede será el primero en exigirle que se vaya. «No vale ser duro con el oponente y mirar para otro lado cuando nos toca», ha dicho.

Lo ha comentado Sánchez después de que la socialista Estefanía Martín haya señalado que en Murcia o Andalucía, donde gobierna Cs, no se dé «testimonio» de esa transparencia y que en la segunda de esas comunidades se hayan vacunado 600 personas saltándose los protocolos.

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El PSOE ha recordado que existe una estrategia de vacunación desde el pasado diciembre, acordada en Conferencia Interterritorial, y que se requiere el «cumplimiento» de cada medida acordada entre Sanidad y las comunidades.

Martín también ha instado a no generar desconfianza e incertidumbre entre la ciudadanía.
El PP ha criticado al Gobierno por la falta de un liderazgo en el tema de las vacunas y ha criticado la ausencia de una buena planificación sobre vacunación.

A la moción de Ciudadanos se habían presentado varias enmiendas, que han sido rechazadas por Ciudadanos, excepto la de Vox, que añadía la petición de que se institucionalizara un cauce para que todo cargo público o del Estado hiciera público que no se había vacunado.

Para Yolanda Merelo (Vox), el «espectáculo» de los políticos y altos cargos vacunándose sin que les corresponda es el «broche de oro» que define la situación política del país.
El Partido Regionalista cántabro había propuesto que a la petición de ceses para los políticos se añadiera la de todas las personas que desde otros ámbitos también han cometido irregularidad vacunándose.

Izquierda Confederal había pedido por su lado elaborar un protocolo que especifique el criterio de llamamiento de personas en el caso de dosis sobrantes, y que se impulse una industria farmacéutica estatal.

Para el grupo vasco, el «problema real» es la escasez de vacunas, por lo que cree que no se debe usar mociones sobre la pandemia «para otros intereses».