El conseller Bernat Solé interviene en un acto preelectoral en Lleida este sábado.

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El Govern y los partidos dan por hecho que las elecciones catalanas se celebrarán el 14 de febrero, pese a que los tribunales aún podrían avalar su aplazamiento, y se han volcado este sábado en movilizar al electorado: el gobierno catalán asegurando que votar será seguro y las candidaturas con diversos actos políticos.

La asunción del 14F se ha hecho evidente en la reunión del conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé, con representantes de los grupos parlamentarios catalanes en la denominada mesa de partidos.

Según fuentes del Govern consultadas por Efe, en el encuentro Solé ha llamado a los partidos a trabajar conjuntamente con la idea de que las elecciones serán en esa fecha y ha asegurado que los colegios electorales serán «seguros», tanto para los votantes como para los miembros de las mesas.

El director general de Participación ciudadana y procesos electorales de la Generalitat, Ismael Peña-López, ha repasado ante los asistentes algunas de las medidas que se adoptarán con este fin: se harán test de antígenos antes de constituir las mesas y se facilitarán equipos de protección individual a sus miembros para la franja en la que se recomienda que voten los contagiados.

Asimismo, se ha acordado estudiar el diseño de un mapa interactivo que indique el tiempo estimado de espera en cada punto de votación para facilitar la planificación de los ciudadanos y evitar aglomeraciones.

Más allá de cuestiones logísticas, este sábado ha sido una jornada llena de actos políticos en los que muchos de los mensajes se han dirigido al candidato del PSC, el ministro Salvador Illa, a quien las encuestas sitúan en disposición de disputar la victoria a los actuales partidos del Govern, JxCat y ERC.

Después de que este viernes el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, apuntara que su formación estaría dispuesta a facilitar una investidura de Illa si sirve «para que no gobiernen los separatistas y los golpistas», ERC, Junts y comunes han pedido al socialista que diga públicamente si aceptaría o no los votos del partido de extrema derecha.

Para el candidato de ERC, Pere Aragonès, declaraciones como estas demuestran que hay «una operación de Estado» para que «un ministro español acabe presidiendo la Generalitat de Cataluña» después del 14F.

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En la misma línea se ha manifestado la candidata de Junts, Laura Borràs, que ha pedido a Illa que diga que «no aprovechará los votos de los fascistas para ser presidente de una institución».

«Con la extrema derecha no se va ni a la vuelta de la esquina y no se le da ni agua», ha avisado la candidata de los comunes, Jéssica Albiach.

Desde el PSC, el diputado Ferran Pedret ha replicado a través de las redes sociales recordando que los socialistas ya han afirmado que no pactarán con Vox, y ha tachado las críticas de «banda sonora de la desesperación» ante las buenas perspectivas electorales de Illa.

Ajeno a esta polémica, el candidato del PSC ha dado hoy uno de sus primeros discursos de precampaña durante el Comité Federal del PSOE, donde el Presidente, Pedro Sánchez, y el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, le han reivindicado como la única alternativa viable a un nuevo Govern de Junts y ERC que insista en el procés.

«Voy a ser el candidato de toda la gente que quiera pasar página y avanzar. No voy a preguntar a nadie qué ha hecho estos últimos diez años, no pienso ajustar cuentas con nadie. Creo en una Cataluña sin revanchas y que se centra de verdad en lo que importa: el trabajo digno, la sanidad pública y los avances sociales», ha recalcado Illa.

También ha estado en Barcelona el líder del PP, Pablo Casado, que ha presentado las listas de la candidatura que encabeza Alejandro Fernández y ha acusado al Gobierno de estar gestionando la pandemia pensando en cómo sacar «rédito electoral» para el PSC, en vez de en la salud de los españoles.

En esta última consideración ha coincidido el diputado de Cs Nacho Martín Blanco, mientras que la número uno de la CUP al 14F, Dolors Sabater, ha instado al ministro a «dar la cara» y explicar «el escándalo de las vacunas en el Ejército».

«El ministro de Sanidad ya está tardando en dejar de ser ministro, porque en estos momentos no sabemos si sus decisiones pertenecen a intereses partidistas u obedecen a responsabilidades del ministerio de Salud», ha opinado la candidata del PDeCAT, Àngels Chacón.