Sánchez no está contagiado, así que se dispone a pasar las fiestas en el Palacio de la Moncloa, junto a su familia. | Efe

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Los políticos también tienen que adaptarse a las restricciones impuestas para pasar las primeras navidades con pandemia, renunciar a desplazamientos no autorizados y limitar al máximo las celebraciones familiares, y además dando ejemplo a los ciudadanos sobre la necesidad de extremar todas las precauciones.

El primero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en cuarentena hasta el día de Nochebuena desde que el jueves pasado se supo que el presidente francés, Emmanuel Macron, con quien había almorzado el lunes, había contraído el coronavirus.

Sánchez no está contagiado, así que se dispone a pasar las fiestas en el Palacio de la Moncloa, junto a su familia, respetando «lógicamente» todas las medidas que requiere la situación, según apuntan fuentes de la Presidencia.

Una vez superada la cuarentena su intención es cumplir con los actos de agenda a los que pueda asistir en persona, siempre y cuando las circunstancias lo permitan, como la tradicional rueda de prensa del 29 de diciembre, tras el último Consejo de Ministros del año.

El líder del PP, Pablo Casado, tiene claro que disfrutará con los suyos las fiestas navideñas, posiblemente en Palencia, donde tiene familia, ya que la de su esposa es de Elche y la Comunidad Valenciana ha prohibido la entrada en ese territorio durante los festivos navideños, incluso a las familias de los residentes.

Más definidos tiene sus planes la presidenta del Senado, Pilar Llop, que renuncia a viajar a Sevilla y Asturias, donde todos los años visitaba a sus familiares por estas fechas.

Así que, una vez que el Senado dé el visto bueno definitivo a los presupuestos en el pleno de los días 22 y 23, Llop disfrutará de la Nochebuena en Madrid, junto a sus padres, su marido y su hija, sin vulnerar las seis personas a las que la Comunidad de Madrid ha limitado todas las reuniones familiares.

También tiene previsto, según fuentes cercanas a la senadora socialista, aprovechar para continuar con sus estudios de Historia del Arte, leer algunos libros sobre parlamentarismo que le acaban de regalar y cumplir con dos citas de la agenda cultural.

Se trata de la representación del «Don Giovanni», de Mozart, en el Teatro Real, y de la exposición que sobre Concepción Arenal se ha inaugurado en la Biblioteca Nacional.

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Muchos proyectos tiene también, aunque más de campo, en su caso de la tierra valenciana, el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, que intentará durante las mañanas ir al huerto y, si es posible, hacer deporte.

Así, tiene en mente salir en bicicleta o caminar por los alrededores de su casa de Sueca (Valencia) aprovechando la luz del día, porque dedicará las tardes a «sofá, películas y lectura» y, cómo no, a su querido nieto.

«A mí me relaja mucho tomar una cerveza con patatas y aceitunas y cocinar un buen arroz o una buena ensalada con algún aguacate mío; también un buen bizcocho de calabaza», confiesa el diputado a EFE.

Entre tanto, la casa de Galapagar (Madrid) donde residen el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a sus tres hijos será el espacio donde pasarán estas fiestas, apuntan fuentes de Podemos.

Estrictamente familiares serán también las navidades del ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien este viernes reveló en una rueda de prensa que él intentará pasarlas con su mujer y su hija en Barcelona, siempre y cuando sea posible, es decir, respetando las normas establecidas en cuanto a desplazamientos.

Otro catalán cuyos proyectos se han limitado al máximo en el año de la pandemia es el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que durante las fiestas navideñas permanecerá junto a su madre.

Como Adriana Lastra, la portavoz socialista, quien quiere regresar a Asturias, su tierra, para reencontrarse con los suyos, a los que no ve desde septiembre; según ha comentado, lo hará después de hacerse una prueba para verificar que no tiene el virus.

Y en la cena familiar, a dos metros de distancia, con las ventanas abiertas e incluso con mascarilla si fuera necesario, todo para evitar el contagio de sus seres más queridos.

Su colega en el Senado, el portavoz del PSOE, Ander Gil, se quedará en su casa del pequeño pueblo de Villasana de Mena, en Burgos, mientras el portavoz del grupo popular en la Cámara Alta, Javier Maroto, tiene todavía dudas sobre dónde pasará estas fechas, si en su casa de Sotosalbos (Segovia) o en Álava, con sus padres.

Más seguro es que Usúrbil (Guipúzcoa), localidad natal y de residencia de la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, será el lugar donde pase las fiestas navideñas, junto a su madre y su hijo.