La familia real está en el punto de mira tras hacerse pública la existencia de una cuenta de Juan Carlos I en la isla de Jersey con 10 millones de euros, que ya está siendo investigada.
Este domingo, Victoria Federica, la hija de la infanta Elena, también ha desatado la polémica.
La manutención de la yegua de la sobrina de Felipe VI no habría sido declarada a la Agencia Tributaria, según ha informado El Confidencial.
El animal fue comprado en 2015 a Maihorses, una cuadra española.
Los gastos han sido costeados por Allen Sanginés-Krause, empresario mexicano y ex directivo de Goldman Sachs.
«Ni los pagos ni el disfrute de los propios fondos transferidos por el empresario mexicano fueron declarados a la Agencia Tributaria por el monarca ni el resto de los supuestos beneficiarios del dinero», según confirma la Fiscalía.
El rey emérito habría utilizado a un coronel del Ejército del Aire como testaferro para ocultar el dinero que provenía del empresario.
Tomeu
Hace 5 meses
Hay que ver la preocupación de republicanos, comunistas y separatistas por los apaños de la Corona. Que sí, que la monarquía es en si misma contradictoria con la Constitución, en lo de todos somos iguales. Que sí, que el Emérito ha juntado una fortuna para poder dar una buena vida a sus herederos, si al final se cargan la monarquía. Pero resulta que esa fortuna, conseguida con donaciones que aún no se ha demostrado que se dieran por prevaricaciones y privilegios otorgados. Porque la Corona puede recomendar, pero no imponer. Monarquías y partidos (no hay que olvidarlo) favorecen a quienes les ayudan. Como el regalo del yate Fortuna por empresarios mallorquines por favorecer el turismo con sus visitas. En todo caso, esa fortuna es nada comparada con lo pillado por la derecha, e irrisorio con lo derrochado por izquierda. Sin ser monárquico convencido, tiene una ventaja tener un catalizador que no esté estresado por un mandato limitado en el tiempo, pues solo lo está por sus actos.