Imagen de archivo de Corinna Larsen. | Reuters

TW
9

El juez del caso Villarejo Manuel García Castellón ha vuelto a archivar la pieza número 5 del caso Villarejo, conocida como Carol, que reabrió en julio para investigar un supuesto encargo de la examiga de Juan Carlos I Corinna Larsen al excomisario José Manuel Villarejo para espiar a una asistente.

El magistrado de la Audiencia Nacional ha adoptado esta decisión en un auto a petición de la Fiscalía Anticorrupción al entender que no existen «elementos suficientes que permitan sostener la comisión de delitos de cohecho ni de descubrimiento de secretos en los dos supuestos encargos que constituyen el objeto de la presente investigación, resultando procedente el archivo del procedimiento».

En este momento, apunta el juez, los indicios existentes no permiten sostener la imputación, lo que lleva a archivar provisionalmente la pieza, como ya se hizo en 2018.
«En cualquier caso -advierte el magistrado-, se trata de un archivo provisional y no podría descartare que, de aparecer nuevos indicios, se procediera a una nueva reapertura».

El auto repasa las diferentes actuaciones practicadas a lo largo de la instrucción de este pieza para investigar si Corinna llegó a hacer ese encargo, cuya posible existencia se desprendía de una conservación con el excomisario en Londres que fue intervenida en la Operación Tándem.

En esos encuentros grabados, en los que Corinna habló de cuentas en Suiza del rey emérito y del presunto cobro de comisiones por las obras del AVE a La Meca, lo que suscitó la primera apertura de la pieza Carol, también le expuso al excomisaro sus inquietudes respecto a una asistente personal española que pudiera estar filtrando información sobre su vida privada.

Sin embargo, un informe policial ha concluido que no se realizaron consultas en ficheros policiales relativas a la mujer sobre la que supuestamente se realizó el encargo entre el 7 de octubre de 2016 y el 3 de noviembre de 2017.

De forma paralela, y sobre la misma persona y periodo de tiempo, únicamente se registró en el fichero ADDNIFIL una consulta por parte de una persona que no pertenece a la Policía.
«En consecuencia, las consultas realizadas en estos ficheros permiten descartar cualquier acción encaminada a la obtención ilícita de información», indica el juez.

Además, un análisis policial de extractos procedentes de la agenda de Villarejo con diversas notas en la que aparece Corinna ha determinado que no se ha podido encontrar «ninguna entrada» que confirme que se vieran de nuevo ambos tras estos encuentros, «ni han aparecido más audios o grabaciones que constate que pudo haber nuevas citas y con qué finalidad».

La Fiscalía, que en ningún momento apoyó la decisión del juez de reabrir «de oficio» esta pieza y le advirtió de la dificultad de llevar a cabo esta investigación que, por haberse presuntamente cometido en el extranjero, requería denuncia del perjudicado o querella del Ministerio Fiscal.

«No queda otra opción más que el archivo», dice ahora el juez, al no poder «seguir adelante con la investigación de un posible delito cometido en el extranjero sin salvar el requisito de procedibilidad que supone la querella del Ministerio Fiscal, quien ha puesto de manifiesto de forma clara y contundente su intención de cerrar la investigación al no apreciar la existencia de indicios de criminalidad de un delito».

Al reabrir la pieza, el magistrado acordó también imputar al excomisario José Villarejo, a su socio Rafael Redondo y al expresidente de Telefónica Juan Villalonga, también beneficiados por el archivo.

Cuando Larsen recurrió su imputación, Anticorrupción, si bien no se adhirió a su petición, sí que se alineó con su tesis de que cuando ésta le hizo supuestamente ese encargo, Villarejo ya no estaba en activo, dado que se jubiló el 22 de junio de 2016, unos meses antes a que fuese grabado el audio que motivó la reapertura de la causa.

Corinna fue citada a declarar el pasado 28 de septiembre en esta causa, pero el juez suspendió la comparecencia para pedir formalmente a Reino Unido poder interrogarla en la embajada de España en Londres, donde reside, petición que ahora también decae.