El candidato socialista, Pedro Sánchez, en el estrado del Congreso, el día que perdió la segunda votación de investidura. | Efe

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El socialista Pedro Sánchez será investido presidente del Gobierno después de los Reyes. La presidenta del Congreso, Maritxell Batet, ha informado a los grupos parlamentarios que el debate de investidura se celebrará los días 4 y 5 de enero, y si es necesaria una segunda votación (se da por hecho que sí), el día 7 de enero.

Sánchez pronunciará su discurso de investidura el día 4 de enero y el día 5 se realizará la primera votación, en la que necesita mayoría absoluta para ser investido presidente del Gobierno. Hasta la fecha ha podido recabar 161 apoyos y no llega a los 176 votos necesarios. Sin embargo, en la segunda votación, prevista para el día 7 de enero, es suficiente con mayoría simple, es decir, que haya más 'síes' que ´noes'.

Aunque las bases de ERC y Bildu aún no han votado, se da por hecho que ambas apoyarán que sus diputados en el Congreso se abstengan para permitir la investidura de Sánchez. ERC celebrará su consejo nacional el día 2 de enero y las bases de Bildu votarán los días 2 y 3 de enero.

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Por su parte, la ejecutiva federal del PSOE se reunirá el 3 de enero a las 10 de la mañana para aprobar los pactos suscritos con otras formaciones políticas y el programa de gobierno con Unidas Podemos.

El objetivo del PSOE era cerrar la investidura lo antes posible y se había barajado la posibilidad de que se celebrase el día 5 de diciembre, coincidiendo con la Cabalgata de los Reyes Magos. Sin embargo, esto había suscitado bastante malestar y se ha decidido aplazar la segunda votación hasta el día 7 de enero.

Este lunes Pedro Sánchez y Pablo Iglesias presentaron el acuerdo de Gobierno, que prevé una derogación parcial de la reforma laboral, poner límites al alquiler y subir los impuestos a las rentas más altas, entre otras medidas.

Sánchez también rubricó este lunes un acuerdo con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. Los diputados vascos apoyarán la investidura a cambio de «impulsar» las reformas necesarias para «adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales». Además, se traspasarán al País Vasco las competencias de tráfico.