Agentes de los Mossos contienen a los concentrados ante la la Delegación del Gobierno. | ALBERT GEA

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Los Mossos d'Esquadra están efectuando cargas de mayor intensidad contra los manifestantes congregados en los alrededores de la Delegación del Gobierno, que han provocado estampidas de personas y elevado la tensión en el Eixample, donde la policía ha detenido a tres personas. Los agentes han logrado dispersar a los grupos violentos.

Los agentes autonómicos han pasado de las cargas de contención a las de dispersión después de que, durante horas, parte de los manifestantes se hayan dedicado a lanzar objetos contundentes contra los efectivos que blindan la sede de la Delegación del Gobierno.

Además de lanzar botellas, petardos y pintura, entre otros objetos, un grupo de manifestantes ha recogido muebles y cartones de los alrededores y les han prendido fuego en la misma calle Mallorca hasta formar una hoguera de importantes dimensiones, que separaba la línea de los Mossos del resto de manifestantes.

Con esta última carga de dispersión, los agentes han alejado hasta la calle Valencia a los manifestantes, algunos de los cuales van encapuchados y han volcado contenedores para utilizarlos como parapeto.

La policía catalana, que ha detenido a tres personas durante estos incidentes, ha advertido a través de Twitter de que «un grupo de violentos, la mayoría con la cara tapada, protagonizan graves incidentes en el Eixample derecho de Barcelona».

Por seguridad, la policía autonómica recomienda a los ciudadanos que no se acerquen a las inmediaciones de las calles Mallorca y Valencia esquina con Pau Claris.

Más allá del Eixample, en otros puntos de la ciudad se están produciendo cortes de tráfico, como en la avenida Meridiana, a la altura de Fabra i Puig en los dos sentidos de la marcha.

Misivas

Entre otros eslóganes, los manifestantes gritan «a por ellos», «los Mossos también son fuerzas de ocupación», «uno de octubre, ni olvido ni perdón», «no somos todos, faltan los presos» y «las calles serán siempre nuestras».

Horas después antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han dispersado a los grupos violentos que estaban causando graves altercados en la zona. Grupos de encapuchados han encendido en la zona varias hogueras y han lanzado objetos contundentes como botellas, latas, piedras y otros objetos contundentes, además de numerosos petardos, durante varias horas, y los antidisturbios finalmente han desalojado a los concentrados.

Los manifestantes han abandonado la zona a la carrera hacia la zona de Passeig de Gràcia y Diagonal, dejando por el camino un contenedor quemado y varias hogueras, además de causando destrozos.

Los activistas que participan en la protesta han encendido una hoguera justo ante el cordón de Mossos d'Esquadra colocado frente a ellos: lo han hecho a las 21 horas, y sobre las 21.10 han disminuido las llamas.

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El cordón policial, en la confluencia de la calle Mallorca con el pasaje Camps Elisis, impide desde hace unas dos horas que los manifestantes puedan concentrarse ante la Delegación del Gobierno en Catalunya, en el centro de la ciudad. La hoguera se ha producido al prender fuego a unos cartones que activistas habían tirado poco antes al suelo, y también han lanzado objetos a los Mossos, después de numerosas cargas policiales ante altercados provocados por un grupo de manifestantes, algunos encapuchados.

Heridos

El Sistema d'Emergències Mèdiques (Sem) ha atendido a siete personas hasta las 20.00 horas de este martes en las distintas protestas por la sentencia del 1-O en Cataluña y ninguna está grave.

Seis atenciones han sido por heridos en el corte de la C-17 en su confluencia con la C-25 a la altura de Gurb (Barcelona) durante la tarde, ha informado el Sem, y, de estos, cuatro han sido dados de alta, uno trasladado a centro hospitalario y otro sigue activo, y en Barcelona hay al menos una atención sanitaria activa.

Miles de personas convocadas por los CDR, se manifiestan por el centro de Barcelona

Sentada

Por otra parte, miles de personas convocadas por Òmnium y la ANC han hecho este martes una sentada en el centro de Barcelona, a pocos metros de la Delegación del Gobierno, para protestar contra la sentencia «procés» y reivindicar a la luz de las velas que el independentismo es un movimiento «cívico y pacífico».

Alrededor de las 19.30 horas, los congregados se han sentado frente a un escenario ubicado en el cruce de la calle Mallorca con Bruc con velas en la mano, donde diversas personalidades cercanas a los líderes políticos condenados han leído fragmentos de cartas escritas por ellos.

El acto ha discurrido en profundo contraste con las cargas policiales que en paralelo han tenido lugar a pocos metros de distancia, en la misma calle Mallorca esquina con Pau Clarís, donde dotaciones de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, que han actuado para contener a los manifestantes que siguen las consignas de los CDR.

Los manifestantes han llegado a la Delegación del Gobierno en dos columnas procedentes de los Jardinets de Gràcia y de la plaza Universitat, pero se han topado con un amplio dispositivo desplegado por la policía catalana para proteger la sede gubernamental.

Por eso, ante la perspectiva de que las cargas pudieran llegar al acto de Òmnium y la ANC, la organización ha insistido en pedir a los reunidos que se mantuvieran sentados.
Durante la concentración, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha leído una misiva del presidente de la entidad, Jordi Cuixart, condenado a 9 años de cárcel por sedición, en la que éste asegura que ayer, cuando se dio a conocer la sentencia, «no fue un día de pena, sino de una gran autoestima». «En nombre de la sagrada unidad de España, el Estado equipara la movilización social a la sedición porque es prisionero del miedo, el miedo de escuchar a la sociedad catalana», afirma antes de culpar como «principal responsable de esta violencia institucional» al rey Felipe VI, momento en que se han escuchado abucheos del público. En su carta, Cuixart también asevera que «con la lucha no violenta se protegen las libertades colectivas que el Supremo condena» e insiste en que «la única respuesta» al fallo es «la reincidencia».

Por su parte, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha leído un escrito del exlíder de la entidad Jordi Sánchez, también condenado por sedición, en la que dice ser «optimista» y asegura que «se resiste a caer en el pesimismo». «Os haríais cruces de como en una celda de nueve metros cuadrados se puede cultivar la libertad», sostiene Sánchez, quien destaca: «Sólo desde la persistencia, ganaremos la batalla democrática a favor de la independencia» frente a «un Estado que ha pedido el norte». Amigos y familiares de los exconsellers también han leído diversas misivas enviadas en los últimos días, así como el alegato final de Oriol Junqueras durante el juicio del 'procés' en el Tribunal Supremo.

El acto lo ha concluido el cantante Lluís Llach, quien ha interpretado su clásico himno antifranquista «L'Estaca» tras denunciar que España se ha convertido en «un Estado decrépito que necesita luchar contra la gente joven, amputándola, para poder sobrevivir».