El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, recibe al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk en La Moncloa. | J.H.

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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, han abordado este jueves el reparto de los altos cargos de la Unión Europea y el contenido del próximo Consejo Europeo que, entre otras cuestiones, abordará las prioridades de la acción de la Unión para los próximos cinco años.

El jefe del Ejecutivo español ha mantenido una reunión de trabajo con Tusk en el Palacio de la Moncloa tras mantener un encuentro con el Rey Felipe VI en el marco de la ronda de contactos con el monarca de cara a la investidura.

El encuentro, que se enmarca en la ronda de contactos que Tusk ha iniciado con los principales líderes europeos, ha servido para abordar el nuevo reparto de los altos cargos de la Unión Europea y se produce un día antes de que en Bruselas se celebre una cena informal con los negociadores de las tres principales familias políticas, en la que estará Sánchez.

El presidente español, junto al primer ministro portugués, Antonio Costa, representan a los socialdemócratas en las negociaciones previas, mientras que los primeros ministros de Bélgica, Charles Michel, y de Holanda, Mark Rutte, han sido los elgidos por el grupo de Liberales europeos (ALDE). El Partido Popular Europeo (PPE), por su parte, ha elegido a los primeros ministros de Letonia, Arturs Karins, y Croacia, Andrej Plenkovic.

El objetivo de la negociación es decidir quién sucederá a Jean-Claude Juncker el próximo otoño al frente de la Comisión Europea, una tarea a la que aspiran los cabeza de lista de los principales partidos europeos a las últimas europeas --Manfred Weber (PPE), Frans Timmermans (S&D) y Margrethe Vestager (ALDE)--, pero para la que los líderes rechazan aceptar de manera automática a uno de estos candidatos, a pesar de que así lo exija el Parlamento Europeo.

Los Veintiocho también deben acordar los relevos de Tusk en el Consejo, de Federica Mogherini en la Alta Representación de Política Exterior de la UE, del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
Varios líderes europeos ya han apuntado el compromiso de que al menos la mitad de estos puestos sean ocupados por mujeres para cumplir con la igualdad de género, pero el diseño del nuevo mando de la UE deberá también respetar otros equilibrios, como el geográfico, de tamaño de países y el de familias políticas.

Asimismo, en el encuentro mantenido este jueves, Sánchez y Tusk han abordado los puntos de discusión del Consejo Europeo del próximo 20 y 21 de junio en Bruselas, que incluyen la Agenda Estratégica, que marcará las prioridades de la acción de la Unión para los próximos cinco años.

Entres otras cuestiones, también se incluye en el orden del día de ese Consejo las negociaciones del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, la Cumbre del Euro y la preparación de la Cumbre de Acción Climática de Naciones Unidas.

Con vistas a la Agenda Estratégica 2019-2024, el Gobierno español ha hecho ya circular entre sus socios europeos las prioridades que expondrá Sánchez. Las propuestas, a las que ha tenido acceso Europa Press, incluyen la necesidad de avanzar hacia una UE donde los asuntos fiscales se decidan por mayoría cualificada, y no por unanimidad como hasta ahora, y lo mismo con la política exterior, con la excepción de los asuntos que sean más acuciantes para los intereses nacionales.

Entre las propuestas se presta atención al reto de la migración, y propone una respuesta coordinada, europea e internacional, que incluya diálogo y cooperación con los países de origen para frenar la inmigración ilegal y facilitar vías legales.

Sánchez cree que la UE debe tener en cuenta, política y económicamente, la carga que afrontan los países que deben frenar las salidas de migrantes. También quiere un plan rápido y reforzado de inversión europea en África.

De puertas adentro, reclamará más apoyo europeo para los países que están en primera línea, como España, que «protegen la frontera exterior común», incluyendo ayuda rápida de la guardia costera cuando se solicite. También recordará la necesidad de una reforma equilibrada del sistema de asilo y la importancia de las políticas de integración.

Además, las propuestas españolas insisten en la tradicional apuesta por un presupuesto europeo 2021-2027 fuerte, que permita proteger los intereses de los ciudadanos y así evitar dar alas al «descontento» ciudadano y a los adversarios de la UE.

El Gobierno español quiere un presupuesto que financie adecuadamente las políticas de cohesión y agrícola, además de una estrategia de igualdad de género vinculante y un refuerzo del pilar social que incluya un seguro de desempleo común y complementario a los de los Estados miembros.

Combatir el desempleo juvenil, reforzar el mercado único, poner en común la innovación para impulsar la competitividad y protegerse de prácticas desleales con un arancel al carbono o mecanismos de compensación similares son otras de las propuestas españolas.
En el capítulo de lucha contra el cambio climático, apostará por un 'New Deal' verde y europeo que incluya grandes inversiones para la transición a una economía descarbonizada.