Los de Santiago Abascal han revolucionado el panorama político de una forma que hace no tanto era difícil de sospechar, provocando que una parte relevante de un electorado que se sentía casi huérfano y desamparado 'se venga arriba'. | Efe

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«Vox es la viagra». Ni más ni menos, aunque todo tiene su explicación. El experto en liderazgo y coach Euprepio Padula habló de poliamor político este domingo en el programa 'Liarla pardo' de La Sexta. Lo hizo comentando el panorama que ha quedado en Andalucía tras las elecciones autonómicas, y en concreto el pacto entre PP, Ciudadanos y Vox que va a propiciar la presidencia de la comunidad para Juan Manuel Moreno Bonilla.

La perspectiva era un tanto peculiar, pues esta vez se examinaban los parecidos razonables del acuerdo político, y su escenificación pública, con «una relación sexual amorosa». En concreto Padula analizó el estilo de comunicación de los líderes políticos sirviéndose de las imágenes de las reuniones y firmas de los acuerdos.

En este contexto, junto a una compañera de profesión y el periodista Luis Troya, dibujaron el acuerdo entre PP y Ciudadanos en Andalucía como la situación idílica. El matrimonio perfecto. Aquel del que la novia no duda en alardear frente a toda la familia y el vecindario. Pero entonces surge un problema.

Aparece el «macarra» del barrio, que en este caso lo identifican con Vox. Aquel con el que nadie quiere que le relacionen pero con el que tanto los azules como los naranjas pasan tórridos momentos de pasión cuando nadie mira.

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La nueva opción electoral rezuma ímpetu y testosterona, y los de La Sexta lo muestran de forma muy gráfica, con el exitoso vídeo que la formación creó para los comicios de Andalucía de su líder nacional montando a caballo y anunciando 'la Reconquista'.

Además, la firma de los pactos, que ilustraron el espacio de análisis del programa de Cristina Pardo, refleja bien las diferencias entre ambas relaciones.

Mientras en el encuentro entre PP y Cs todo son fotografías, amplias sonrisas y apretones de manos, en el que mantienen los populares con Vox casi ni se miran. Van a lo que van, como se diría popularmente.

Y es que los de Santiago Abascal han revolucionado el panorama político de una forma que hace no tanto era difícil de sospechar, provocando que una parte relevante de un electorado que se sentía casi huérfano y desamparado recobre ahora la confianza y el vigor y 'se venga arriba'.

De momento sirven de muleta a otros para gobernar, aunque nadie les pierde de vista. No vaya a ser que, llegado el momento, acaben fagocitando electoralmente a aquellos con los que hoy viven 'idilios amorosos'.