Taxistas bloquean en Madrid el Paseo de la Castellana en esta nueva jornada de huelga. | Reuters

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El Paseo de la Castellana ha amanecido tomado por unos cuatro o cinco mil taxis que desde este lunes protestan ante la sede de Fomento para exigir «algo más de certeza y certidumbre» sobre el futuro del sector y que aguardan al resultado de la reunión que responsables del Ministerio mantendrán este martes con representantes de las VTC.

Solo un carril de evacuación por sentido permanece abierto al tráfico en la Castellana, mientras que los otros cuatro carriles por sentido siguen ocupados por miles de vehículos cuyos conductores han decidido continuar la protesta pasando la noche juntos en señal de unidad y de presión hacia el Ministerio.

Julio Sanz García, presidente de la Asociación Nacional del Taxi, ha explicado que con esta presión los taxistas pretenden hacer llegar a Fomento su determinación para que la ley que establece que debe haber una licencia VTC por cada 30 taxis se cumpla «no solo en el papel, sino también en la calle».

«Queremos seguir manteniendo esta presión a la espera de noticias favorables desde Fomento; la última nota de prensa no colmó nuestras aspiraciones, y no entendemos que haya motivos para suspender las movilizaciones», ha explicado Sanz García.

Confía, por eso, en que la protesta sirva para que Fomento emita comunicados que hagan «albergar esperanzas» al sector del taxi y acaben con la «frustración de anteriores promesas» que no se han cumplido y que «han generado una desconfianza importante». «No queremos ser engañados nunca más», ha aseverado.

Entre los miles de taxis blancos madrileños destacan cuatro distintos, negros, con el techo verde y con banderas portuguesas sobre el capó: dos procedentes de Oporto y otros dos de Lisboa, que han viajado esta noche a Madrid para sumarse a la protesta de los madrileños como muestra de solidaridad.

Uno de los taxistas portugueses ha explicado que este lunes un centenar de taxistas hicieron una marcha hacia Lisboa para apoyar a los compañeros españoles y también para lanzar un mensaje al Gobierno portugués para que esté alerta «porque lo mismo que está ocurriendo en España puede ocurrir en Portugal».

Tras esa marcha, estos cuatro taxistas decidieron recorrer los 600 kilómetros que separan Lisboa y Madrid para sumarse a la protesta en España, que les ha impresionado, y han dicho comprender lo que está pasando el sector. «Vuestra lucha es nuestra lucha. Soy taxi», reza un cartel en la ventanilla de uno de los taxis portugués.

A la espera del resultado de la reunión de Fomento con los representantes de las VTC, distintas asociaciones del sector han convocado una reunión esta mañana, mientras la Policía está pidiendo a los taxis que se incorporan a la protesta en la Castellana que se reagrupen en la plaza de San Juan de la Cruz, porque están llegando más vehículos y no hay espacio para todos.

Mientras, en la estación de Atocha sigue sin haber taxis, más allá de unos 20 vehículos preparados para ofrecer servicios mínimos a ancianos, familias con niños pequeños o personas de movilidad reducida, a los que trasladan gratis a sus destinos.

A falta de taxis, la estación ha amanecido con más carteles de protesta: «La ley es para todos, ¡que se cumpla la ley 1/30!» o «¿Cuántas sentencias del TSJ Europeo hacen falta para que se cumpla la ley 1/30?», decían algunos de los carteles.

Varios taxistas, además, se encargaban de explicar a los viajeros del tren y a los turistas cómo coger autobuses u otras alternativas de transporte para llegar a destinos, y a la salida de la estación del AVE han colocado planos de la red de Metro y de Cercanías para que la gente los pueda consultar.