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Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil llevan ya siete horas de registro en el domicilio familiar del expresidente de Banesto Mario Conde, un chalé situado en el número 63 de la calle de Triana del distrito de Chamartín, donde vecinos y numerosos medios de comunicación aguardan expectantes.

Fuentes de la investigación han confirmado que tanto Mario Conde como su hijo, Mario Conde Arroyo, ambos detenidos a primera hora de la mañana de este lunes, presencian este registro que ha comenzado en torno a las 8:00 horas.

Unos ocho o diez agentes de la UCO se encuentran en el domicilio, una vivienda unifamiliar con cámaras de seguridad y cuya puerta custodian dos agentes de la Guardia Civil, mientras en la calle reporteros gráficos y periodistas esperan.

Alrededor de las 10:00 horas agentes que están practicando este registro han entrado en la vivienda con cajas de cartón plegadas y cinta de embalar para guardar la documentación que puedan intervenir en la inspección, que se prevé pueda durar varias horas más.

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Durante este tiempo, solo ha abandonado la vivienda el abogado del exbanquero, Ignacio Peláez, que ha asegurado a los medios de comunicación congregados que no podía comentar «nada» porque la investigación «está bajo secreto de sumario».

Pese a la intensa lluvia, numerosos curiosos y vecinos se han acercado hasta la puerta de la vivienda, muy cerca de la calle de Pío XII, atraídos por la expectación mediática e, incluso, muchos no han dudado en fotografiar la entrada de la casa con sus móviles.

Algunos vecinos han asegurado a los periodistas que conocían que Conde vivía ahí, aunque algunos se han sorprendido de que hubiera sido detenido «otra vez».

Junto a Conde y su hijo, agentes de la UCO han arrestado también a la hija del exbanquero Alejandra, el marido de ésta, Fernando Guasch Vega-Penichet; el abogado Francisco Javier de la Vega, Francisco de Asís Cuesta, María Cristina Álvarez Fernández y Roland Stanek.

Todos ellos serían los testaferros de Conde, que había creado un entramado de sociedades para repatriar dinero saqueado a Banesto -la Fiscalía Anticorrupción estima en más de 13 millones de euros- desde cuentas de Suiza o Reino Unido a través de préstamos, ampliaciones de capital e ingresos en efectivo.