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El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha anunciado este lunes que el Partido Popular votará en el Congreso en contra de cualquier candidato que no sea el suyo, Mariano Rajoy, descartando por tanto dar vía libre con su abstención a un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos (C's). Según ha dicho, apoyar a otro candidato sería «defraudar» a los ciudadanos.

«El Partido Popular votará en contra de cualquier propuesta de Gobierno que no esté encabezada por el candidato que ha ganado las elecciones, que es Mariano Rajoy y, por tanto, por nuestro partido», ha declarado Martínez-Maillo en una rueda de prensa en la sede del PP tras la reunión del comité de dirección del partido que ha presidido el jefe del Ejecutivo en funciones.

El dirigente 'popular' ha explicado que no van a dar apoyo a ningún candidato ni ninguna fuerza que no sea la del PP porque es la formación que ha ganado las elecciones generales del 20 de diciembre. A su entender, eso es «muy razonable, sensato y democrático» porque «conviene respetar la voluntad expresada en las urnas por los ciudadanos».

Tras insistir en que no pueden hacer «nada» que «defraude» a los españoles y a los militantes del Partido Popular, ha dicho que el PP tiene el «derecho» y el «deber» de conformar Gobierno y ha pedido a los demás partidos que «escuchen» a los españoles porque hay formaciones que «tratan de escuchar a sus militantes pero desoyen la voluntad de los españoles. A su entender, una «regla» en democracia es escuchar la voluntad expresada en las urnas.

Lo lógico es que Rajoy decline

El vicesecretario de Organización del PP ha afirmado que el Partido Popular «no ha renunciado» a someterse a la investidura y ha añadido que Mariano Rajoy ha sido «honesto» al declinar ahora la posibilidad de ir al Congreso a ese debate porque no tiene los apoyos para ser investido presidente. «Rajoy no renuncia a su candidatura a la presidencia del Gobierno», ha enfatizado.

En este sentido, ha recordado que ni Adolfo Suárez, ni Felipe González ni José María Aznar ni José Luis Rodríguez Zapatero fueron a una investidura «sabiendo que no tenían los apoyos». Por lo tanto, ha insistido en que el presidente del Gobierno en funciones hizo «lo correcto» y «lo honesto» hace diez días al declinar someterse a ese primer debate de investidura.

Eso sí, el responsable de Organización del PP ha reconocido que si «las circunstancias no cambian ni varían», lo «sensato y lógico» es mantener la «misma coherencia» que expresó el presidente del Gobierno tras verse con el Rey y declinar de nuevo este martes someterse a ese primer debate de investidura.

Dicho esto, ha señalado que el PP mantiene la «mano tendida» para intentar llegar a un acuerdo al PSOE y Ciudadanos porque permitiría hacer las reformas que necesita España, al tiempo que se ha mostrado «abierto» a negociar porque hay una «necesidad imperiosa» de que los socialistas estén en ese pacto.

Tras asegurar que esa oferta de diálogo «se mantiene viva hoy más que nunca», ha indicado que el líder socialista, Pedro Sánchez, «presume mucho de diálogo» pero es el «señor del 'no'» porque no quiere hablar con la formación que ha logrado más de siete millones de votos.

«Sánchez cuestionado»

Martínez-Maíllo ha señalado que Pedro Sánchez está «cuestionado internamente» en su partido como, a su juicio, evidencian las intervenciones de cargos socialistas que tomaron la palabra del Comité Federal del PSOE celebrado el pasado sábado, ya que «intenta formar gobierno a cualquier precio» y «está más preocupado por su futuro que por el de los españoles». De hecho, ha señalado que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, pidió a Sánchez que «dijera la verdad».

«Esto demuestra que se dice una cosa internamente y otra en público y apelamos a que digan en público lo mismo que se dice internamente», ha manifestado, para añadir después que la propuesta de Sánchez de consultar a los militantes socialistas un posible acuerdo de Gobierno demuestra que también el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le «marca» la agenda en eso.

El dirigente del PP ha indicado que en este momento solo hay dos opciones: el pacto de izquierdas «con independentistas» que defiende Pedro Sánchez porque «no le vale solo con los amigos de Maduro"; y la propuesta que hace Mariano Rajoy para alcanzar un Gobierno estable con PSOE y Ciudadanos.

Al ser preguntado si el PP considera que lo normal en este momento es que Felipe VI encargue a Sánchez formar Gobierno, Maíllo ha afirmado que el PP no dice al Rey «lo tiene que hacer por respeto institucional», algo que, a su juicio, sí que hace el PSOE al asegurar que debe proponer a Rajoy en primer lugar. Según ha explicado, el monarca tiene esa «prerrogativa» y tienen que ser «respetuosos» porque puede proponer «a un candidato, a otro o a ninguno».

Contactos PP-Ciudadanos

Sobre las negociaciones entre PP y C's, Maíllo ha destacado que fue Rajoy el que llamó a Albert Rivera pero fue el presidente de la formación naranja el que planteó sentarse a hablar después de la ronda de consultas del Rey. «Existe esa voluntad de acercar posturas y nos parece muy positivo que se abra ese espacio de diálogo», ha apostillado, para confirmar después que el PP aún no tiene designado a su equipo negociador y que esa tarea queda para «más adelante».

Preguntado cómo va a convencer a Sánchez, ha señalado que el PP le trata de convencer «por la lógica y el sentido común». «Queremos convencer no solo a Pedro Sánchez sino que también queremos convencer al Partido Socialista, que hoy por hoy es y/o al PSOE, que no es exactamente lo mismo», ha aseverado.

Martínez-Maíllo ha recalcado que el PSOE, que ha «vetado» y «excluido» al PP en el diálogo, pueda venir después a pedir su apoyo si alcanza un acuerdo con Ciudadanos. «El señor del 'no' te excluye al diálogo y ahora nos pide el apoyo. No vamos a dar el apoyo a ningún candidato ni a ningún partido y votaremos en contra de cualquier candidato que no sea el nuestro», ha abundado.

Ante la posibilidad de que se repitan las elecciones, el responsable de Organización ha indicado que esa sigue siendo su «última opción», ya que no es «la deseable ni la más positiva». «Vamos a seguir trabajando. Todavía quedan días suficientes y desde liego la de las elecciones sigue siendo la última de las últimas opciones posible», ha concluido.