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La Justicia francesa abrió este sábado una investigación judicial contra los presuntos etarras David Pla e Iratxe Sorzábal por, entre otros cargos, dirección de banda terrorista, lo que apuntala las sospechas de las autoridades españolas.

El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, situó a Pla y Sorzábal, tras su detención el pasado martes (junto a otros dos supuestos etarras), a la cabeza de la banda, una tesis que la Fiscalía gala vendría a avalar con su acusación.

Pla y Sorzábal, arrestados en una operación en la localidad de Saint Etienne de Baigorry, en el País Vasco francés, comparecieron hoy ante el juez de instrucción junto al antiguo responsable del aparato internacional del grupo Ramón Sagarzazu y el francés Pantxo Flores, dueño del caserío donde fueron capturados los cuatro.

La Fiscalía pidió el ingreso en prisión provisional de los arrestados, algo que deberá decidir ahora el juez de las libertades y la detención tras escuchar a los detenidos.

Contra los dos supuestos jefes políticos de ETA, la Fiscalía presentó el cargo de «dirección de una organización creada para preparar atentados contra personas con fines terroristas».

También son acusados de «receptación de financiación del terrorismo», «posesión de armas y munición», «porte y transporte de armas y municiones», «receptación de armas y municiones provenientes de un robo a mano armada», y «posesión de documentos administrativos falsificados», todo ello dentro de una «banda organizada con fines terroristas».

Mientras, Sagarzazu y Flores son perseguidos por «asociación de malhechores con fines terroristas».

Sorzábal (43 años) y Pla (40 años) tenían sendas pistolas cuando fueron capturados en Agorerreka, la casa rural que regentaba Flores a apenas unos kilómetros de la frontera con España, donde también se encontraron documentos de identidad falsos.

Pla está considerado responsable de los últimos comunicados de la banda terrorista, entre ellos en el que la organización anunció el cese definitivo de su actividad armada.

Nacido en Pamplona en 1975, la Policía le vinculó con el «comando Nafarroa» desarticulado en 1994 y le acusó de realizar captaciones para ETA en 1998, y pasó .

La investigación del caso llevó a la detención de varias personas que habían recibido cartas para integrarse en la organización, lo que provocó su huida a Francia.

Fue detenido, junto a Aitor Lorente, el 28 de julio de 2000 por efectivos de la Policía Nacional en Zaragoza y posteriormente condenado a seis años de prisión, de donde salió en 2006.

Sorzábal, que durante su etapa de clandestinidad tuvo un hijo con el exdirigente etarra Mikel Carrera Sarobe -que cumple varias penas en Francia-, ya ha estado encarcelada en el país galo por su pertenencia a la organización terrorista.

Además, ha sido condenada en rebeldía, la última vez a cinco años de cárcel en 2013 en el juicio en el que se impuso la cadena perpetua a Carrera Sarobe por el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en 2007.

La Guardia Civil llevaba más de cinco años tras Sorzábal y Pla, quienes, según las autoridades españolas, formaban la cúpula de ETA.

Sagarzazu, de 49 años, fue considerado en 2005, cuando fue detenido en Francia por última vez, como el jefe del aparato internacional de ETA.

La Policía francesa le atribuyó entonces labores de preparación de negociaciones entre ETA y el Gobierno español.

Por su parte, Flores ya fue detenido en septiembre de 2007 dentro de una investigación sobre la preparación de un atentado contra un complejo hostelero en Bidarray.