Mapa con las capitales de provincia y los colores de sus alcaldes. | Infográfika Diseño y Comunicación

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Veinte días después de las elecciones municipales se ha consumado el vuelco en el mapa local español, que ha perdido buena parte del color azul que adoptó en 2011 y en el que la izquierda gobernará las principales ciudades gracias a acuerdos en los que las candidaturas de unidad popular son protagonistas.

El PP mantiene alrededor de 3.000 alcaldías, más que ningún otro partido en España, pero es también el que pierde más poder al haber cedido 15 de las 34 capitales de provincia que conquistó en 2011, entre ellas algunas tan relevantes como Madrid, Valencia o Sevilla.

Manuela Carmena y Ada Colau. Madrid y Barcelona. Símbolos de un cambio que ha llevado a las candidaturas apoyadas por Podemos a las alcaldías de ciudades como Zaragoza (Pedro Santisteve), Cádiz (José María González «Kichi"), A Coruña (Xulio Ferreiro) o Santiago (Martiño Noriega).

Cientos de personas, miles en el caso de Barcelona, se han congregado en las inmediaciones de los ayuntamientos de algunas de esas ciudades para recibir a sus nuevos gobernantes con gritos de «Sí se puede» y escuchar mensajes que han coincidido en dos líneas maestras: la búsqueda de los acuerdos y la cercanía a los ciudadanos.

En una jornada propicia para los guiños, Carmena ha arrancado su mandato con el anuncio de una bajada de sueldo para sus concejales, pero no para los de la oposición, y Joan Ribó ha debutado como alcalde de Valencia guardando la vara de mando, símbolo de que ha llegado para dialogar y no para mandar.

Para la formación de esos gobiernos ha sido vital el apoyo del PSOE, que a su vez se ha beneficiado del resto de las fuerzas de izquierda para recuperar pulso municipal: ha pasado de nueve a diecisiete alcaldías y, aunque ya no gobierna Zaragoza, se ha hecho con plazas clave como Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Palma o Córdoba.

Un pacto de última hora ha resuelto el conflicto asturiano y ha permitido a los socialistas gobernar Oviedo pese a ser la tercera fuerza más votada gracias al apoyo de IU y Somos.

También ha sido clave el PSOE para el cambio en Valencia, desde hoy gobernada por un tripartito dirigido por Joan Ribó, el alcalde «verde» de Compromís, tras 24 años en el poder de Rita Barberá, que no ha presenciado el relevo al haber renunciado ayer a su acta de concejal.

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