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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido este sábado, en clara alusión a Podemos, de que algunas fuerzas políticas pretenden lograr el poder dibujando «una España negra», y ante ello ha asegurado: «No lo van a conseguir».

Rajoy ha hecho esta consideración en su intervención en un acto del PP en Cataluña que se ha celebrado mientras que en Madrid se desarrollaba una manifestación convocada por el partido de Pablo Iglesias y en la que ha lamentado que haya «unos tristes que andan por ahí hablando de lo mal que van las cosas».

El jefe del Ejecutivo ha defendido la gestión de su gabinete y ha recalcado que, pese a la crisis, el país ha logrado mantener los pilares del Estado del bienestar.

Tras destacar la sanidad y la educación públicas, así como el sistema de pensiones, es cuando se ha revelado contra la imagen de España que algunos pretenden que hacer creer.

«No acepto esa España negra que quieren pintar algunos porque gracias a ello piensan que van a sustituir a quienes están gobernando y han tenido que afrontar la crisis más dura que ha habido en décadas», ha recalcado ante discursos como los de Podemos.

Y ante esa pretensión, el presidente del Gobierno se ha mostrado tajante: «No lo van a conseguir».

El jefe del Ejecutivo se ha referido también al «radicalismo» en sus referencias ante la actitud del presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Y de forma general, ha reconocido que «está de moda» en España ese «radicalismo» por el que abogan diversas fuerzas políticas.

No obstante, se ha mostrado convencido de que esa moda será «por poco tiempo».

Para Rajoy, en España hay gente que parece que tiene como único objetivo decir lo mal que van las cosas en el país, y frente a ello ha asegurado que «España es un gran país».

«Hay que ser realista y eso, hoy en día, significa tener un optimismo moderado y exigente», ha señalado el presidente del Gobierno, quien tras recordar una serie de datos económicos de los últimos días ha dicho que se agradecería a todos los que sólo ven las malas noticias que alguna vez reconocieran la realidad.

Por ello, ha insistido en que España «es un país de primera» aunque a algunos no les guste, y la sociedad española «es capaz de lo mejor» y de no bajar la cabeza ante las dificultades.