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El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ha negado hoy la existencia de presiones al fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, que ha anunciado su renuncia; y ha avanzado que el Ejecutivo pondrá en marcha a partir de ahora el procedimiento para sustituirle.

«Niego la mayor, no ha habido ningún tipo de presión», ha asegurado Ayllón en declaraciones a los periodistas en el Congreso, que le han preguntado por las valoraciones de los grupos de la oposición que denuncian que el fiscal general del Estado se marcha por haber sufrido injerencias del Gobierno.

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes ha resaltado que la decisión de Torres-Dulce es, como él ha explicado, «de carácter personal» y autónoma y ha sido adoptada «con la misma autonomía que ha trabajado el fiscal general del Estado durante toda la legislatura».

Ayllón no ha querido entrar a analizar más a fondo la renuncia del fiscal, ni a buscar otras razones «más allá de las que ha dado la persona interesada», quien ha dicho que se marcha por «motivos personales».

Asimismo, ha anunciado que el Consejo de Ministros, probablemente mañana, pondrá en marcha el procedimiento para llevar a cabo el nombramiento del sustituto de Torres-Dulce al frente de la Fiscalía General del Estado, que implica «una triple vuelta», ha explicado.

Primero el Consejo de Ministros realizará una propuesta de nombramiento, que remitirá al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que emitirá un informe sobre la candidatura propuesta por Ejecutivo, que después se remitirá al Congreso, donde el candidato tendrá que comparecer ante la Comisión de Justicia, que debe valorar su idoneidad.

Una vez que la Comisión de Justicia dé el visto bueno al candidato propuesto, su nombre será comunicado al Rey y podrá procederse al nombramiento.