Mariano Rajoy responde a una pregunta durante una sesión de control al Gobierno en el Parlamento. | Reuters

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este sábado que el próximo año «habrá más crecimiento y más empleo» en España, que «probablemente» vuelva a ser el país que más crezca de la zona euro, y que a final de legislatura se habrá superado la crisis económica.

En un acto con empresarios de la Cámara de Comercio de Almería, Rajoy ha augurado que 2015 será «mejor» que 2014 «pero peor que 2016» y ha afirmado que España va a terminar la legislatura mejor de lo que la comenzó y habrá «superado la mayor crisis económica que ha tenido en tres generaciones».

Rajoy, que considera que, a diferencia de años anteriores, hablar ahora de economía en España es «hablar de recuperación y esperanza», ha afirmado que España «va a seguir creciendo», previsiblemente un 1,3 por ciento a final de año y un 2 por ciento en 2015.

El presidente, acompañado del líder del PP-A, Juanma Moreno, ha abogado por estar «muy atentos» al tipo de cambio del euro y al precio del petróleo, así como a la situación en Europa, ya que para España «es fundamental que las cosas en Europa vayan bien» porque son sus principales clientes y proveedores.

«Nosotros tenemos que hacer las cosas y luego estar muy atentos a lo que pasa», ha dicho Rajoy, quien ha agregado: «Si les va bien a nuestros vecinos también nos irá bien a nosotros».

Ha manifestado que el consumo de las familias va a «continuar mejorando» gracias a la reforma fiscal que van a emprender, el aumento del empleo que prevén y la deducción de tipos, a la vez que ha subrayado que «hay buenas perspectivas» en la inversión en actividades industriales porque el país será «más atractivo».

Rajoy ha apostado por la competitividad en Europa y por mantener el sistema del bienestar y ha advertido de que «un país no es lo que sea su Gobierno, es lo que sea su gente, la ilusión, el amor que le tengan, el coraje, la determinación y las ganas que le pongan para pelear por mejorar».

Aunque ha bromeado con que hablar de la marcha de la economía no es «tan evocador como hablar del Cabo de Gata», el presidente del Gobierno ha trasladado a más de un centenar de empresarios un mensaje de «recuperación» y de crecimiento.

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Ha recordado que cuando llegó al Gobierno, con un déficit superior al 9 por ciento y una deuda externa «descomunal», muchos auguraron la quiebra y el rescate del país, pero el PP se centró en un programa de cinco puntos que giraba en torno a la consolidación fiscal y las reformas estructurales.

Ha resaltado la reforma laboral, que cree que si se hubiera llevado a cabo entre 2008 y 2011 habría supuesto un millón menos de parados, la reforma energética porque evitó una subida del 42 % de la tarifa de la luz o la reforma de la educación.

Sobre la reforma de la administración pública ha indicado que van a continuar con ella porque es una de las más importantes, pero «es muy difícil de explicar y vender, y por lo visto no genera grandes entusiasmos», aunque Rajoy considera que un Gobierno debe hacer también reformas de ese tipo si contribuyen a mejorar.

Ha citado también el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el plan de pago a proveedores, sobre lo que ha esgrimido: «Estamos hablando de más de 100.000 millones y encima hay quien protesta».

Rajoy ha asegurado que las reformas estructurales han sido «lo máximo» que ha hecho el Gobierno, también en el marco europeo, buscando más integración y una política monetaria adecuada, y ha señalado que se han establecido «bases sólidas para el futuro».

Ha resaltado el crecimiento económico de los últimos cuatro trimestres, que cree que también se producirá en el último, y el aumento de afiliados a la Seguridad Social después de «68 meses seguidos en los que cada mes había menos que el mismo mes del año anterior», por lo que ahora «toca perseverar».

En ese sentido, Rajoy ha manifestado que seguirán con la consolidación fiscal, con la reforma de la administración pública, trabajando en el modelo de formación de trabajadores que es «un tema capital» o con la reforma fiscal que «dejará en manos de los contribuyentes 9.000 millones en dos años».

Para el presidente, los Presupuestos Generales del Estado «son un poco mejores» por el cambio en la situación, y recogen un aumento del 12,6 % en inversión pública en infraestructuras; del 16,4 % en fomento de empleo; o del 3,2 % en el gasto en pensiones, además de «la reducción del déficit y de la prima de riesgo» que supondrá pagar menos por la deuda.