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El secretario general electo del PSOE, Pedro Sánchez, ha reivindicado este sábado la reforma federal de la Constitución, para lo que cuenta con el PSC, y ha instado a Mariano Rajoy y Artur Mas a dejarse de «reproches» porque es «tiempo de negociación y reforma constitucional».

Sánchez ha intervenido en el congreso extraordinario que el PSC celebra en L'Hospitalet de Llobregat, donde ha asegurado que en «el nuevo PSOE no va a haber grandes coaliciones ni en Madrid y Bruselas» con los populares.

En aras de la transparencia y la regeneración democrática, Sánchez, en su primera intervención en Cataluña tras ser elegido en primarias secretario general del PSOE, con Carme Chacón entre los asistentes al acto, se ha reafirmado en celebrar una primarias «abiertas» para escoger candidato a La Moncloa.

A las puertas de una reunión entre el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente catalán, Artur Mas, marcada por las posiciones diametralmente opuestas en la celebración de una consulta soberanista en Cataluña, el líder del PSOE ha criticado que los dos presidentes se dediquen a lanzarse «reproches» en lugar de negociar.

«Yo les digo a Rajoy y a Mas que se acabó el tiempo del reproche, que es tiempo de la negociación y de la reforma constitucional», ha enfatizado Sánchez en el congreso del PSC, que se celebra en el recinto ferial de La Farga en L'Hospitalet de Llobregat.

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En su discurso, Sánchez ha incidido en la apuesta federal del PSOE como vía de salida a la situación en Cataluña, aunque no ha hecho alusión «al derecho a decidir» de los catalanes, que él rechaza a diferencia del PSC, que avala una consulta siempre que sea legal y acordada con el Estado, condiciones que no se cumplen en la eventual cita del 9 de noviembre.

El nuevo líder del PSOE ha subrayado que el federalismo es una «forma de entender la política» que se basa en el «pacto» y en la negociación», y ha subrayado que va a necesitar a los socialistas catalanes en la «tarea ingente» de lograr una Estado federal y un «futuro de igualdad y de justicia social y para Cataluña y España».

Sánchez ha tenido unos minutos para ensalzar la apuesta del anterior secretario del PSC, Pere Navarro, por haber enarbolado la «bandera» de la «convivencia» ante el «choque de trenes» por una derecha española -en alusión al PP- que quiere «recentralizar» y una catalana -CiU- que «abraza el separatismo».

Sánchez ha afeado que los independentistas que «identifiquen libertad con separación» y ha subrayado que los socialistas quieren liberarse de los «mismos males» que acechan tanto en Cataluña como al resto de España, entre los que ha citado la «decadencia institucional» y la «falta de trabajo», al tiempo que el «el gran desafío» del país «se llama igualdad».

En este contexto, el líder socialista ha apostado por la reforma constitucional que «da sentido a la España federal» y que «late en el alma» de los socialistas, y ha tendido la mano al PSC para, juntos, «cambiar el PSOE para cambiar España».

Sánchez se ha comprometido a derogar la reforma laboral como primer objetivo y a trabajar en contra de la corrupción y en pro de la «honradez» si el PSOE llega a la Moncloa, algo que está convencido que ocurrirá en las próximas generales.